El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llega el domingo a Vietnam para profundizar la cooperación entre ambos países ante la ambición creciente de China en la región.
Biden, que acudirá directamente desde la cumbre del G20 en India, se reunirá el domingo con el líder del Partido Comunista gobernante en Vietnam, Nguyen Phu Trong, y se espera que firme una “alianza estratégica completa”, el nivel de cooperación diplomática más alto previsto por Hanói.
El objetivo último de la corta visita para Biden es el mismo que en la cumbre del G20: reunir apoyos contra la creciente influencia de China.
Para Vietnam, la mejora de las relaciones diplomáticas es significativa. De momento, solo mantiene alianzas similares con Rusia, India, Corea del Sur y China.
Aunque procura no tomar partido entre Washington y Pekín, Vietnam comparte el temor estadounidense por la firmeza cada vez mayor de su vecino en el disputado mar de China Meridional.
Estados Unidos y Vietnam, un centro clave de manufactura, también mantienen relaciones comerciales cada vez más estrechas. De hecho, Washington considera a Hanói un socio importante en su estrategia de reducir su dependencia importadora de China tras años de perturbaciones de las cadenas de suministro globales.
El domingo está prevista una ceremonia de bienvenida, discursos de los dos líderes y una rueda de prensa de Biden, que el martes había condecorado con el mayor honor militar a un piloto de helicóptero que rescató a cuatro soldados durante la guerra de Vietnam.
El lunes, el presidente estadounidense se reunirá con su homólogo Vo Van Thuong y con el primer ministro Pham Minh Chinh.
Antes de la llegada de Biden, la zona del lago Hoan Kiem, en el corazón de Hanói, estaba decorada con banderas de ambos países. Cerca, en el barrio antiguo de la capital, una tienda de recuerdos vendía camisetas con el rostro del presidente estadounidense.
“Creo que Estados Unidos es un buen amigo de Vietnam”, decía su propietario Truong Thanh Duc, de 61 años. “Con esta visita del presidente Joe Biden, creo que traerá más contratos de negocios y empleos a la gente de Vietnam”.
– Derechos humanos –
En su visita, Biden compaginará los intereses estratégicos con la defensa de los derechos humanos.
El país del sudeste asiático presenta un pobre balance en esta cuestión. Los críticos del gobierno se enfrentan a intimidaciones, acoso y penas de cárcel después de juicios injustos, y existen informes de torturas policiales para forzar confesiones, según la oenegé Human Rights Watch.
A menudo crítico con la cuestión de los derechos humanos en China, Biden suele guardar silencio ante Vietnam y los activistas temen que no aborde este espinoso tema durante la visita.
El consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, dijo antes del viaje que Biden tratará cuestiones vinculadas a “la libertad de expresión, la libertad religiosa y otros derechos humanos básicos”.
Su visita se produce días después de que una comisión gubernamental estadounidense sobre libertad religiosa criticara duramente a Vietnam por “atroces violaciones sistemáticas” en ese país.
El sábado, Nguyen Bac Truyen, jurista y defensor de la libertad de culto que fue sentenciado en 2018 a 11 años de cárcel por subversión, dijo en Facebook que había sido liberado y recibido autorización para viajar a Alemania con su mujer.
Hanói suele liberar prisioneros políticos antes de las visitas presidenciales de Estados Unidos.
La visita de Biden a Hanói implicará que marche antes de la cumbre del G20, cuyos líderes acordaron una declaración conjunta que elude las divisiones sobre la guerra de Ucrania y la lucha contra el cambio climático, evitando una crítica directa a Moscú y un compromiso concreto para dejar de usar combustibles fósiles.
El viaje también incluirá una visita al memorial de su amigo John McCain, exsenador republicano que fue abatido y retenido en Vietnam durante la guerra y después ayudó a reconstruir las relaciones entre los dos países.