La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, anunció que la ciudad suspende temporalmente sus relaciones institucionales con Israel, incluido el hermanamiento con Tel Aviv, “hasta que las autoridades israelíes pongan fin a la violación sistemática de los derechos humanos contra la población palestina”.
En una carta dirigida al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Colau comunica esta decisión mayormente simbólica, que conlleva la suspensión temporal del hermanamiento entre ambas ciudades mediterráneas, tal y como habían solicitado numerosas organizaciones propalestinas de Barcelona en una petición ciudadana.
“He decidido suspender temporalmente las relaciones con el Estado de Israel y con las instituciones oficiales de dicho Estado -incluyendo los acuerdos de hermanamiento con el Ayuntamiento de Tel Aviv- hasta que las autoridades israelíes pongan fin a la violación sistemática de los derechos humanos contra la población palestina y cumplan plenamente las obligaciones que le imponen el derecho internacional y las distintas resoluciones de Naciones Unidas”, explica la misiva que firma la alcaldesa de izquierdas.
Colau, una antigua activista social y por el derecho a la vivienda que accedió a la alcaldía en 2015, informó personalmente de su decisión en un acto celebrado este miércoles, acompañada por representantes de las entidades impulsoras de la campaña que pedía suspender las relaciones.
Barcelona se encontraba hermanada con Tel Aviv y Gaza desde la firma de un acuerdo de amistad y colaboración en 1998.
“Esperamos que esta suspensión sea temporal, porque lo que queremos es invitar a que este acto invite a la reflexión y a la acción”, aseguró Colau, que quiso subrayar que en ningún momento la medida va contra la ciudadanía israelí ni la comunidad judía, que siguen siendo bienvenidas en la ciudad.
También destacó que Barcelona decidió recientemente suspender su hermanamiento con San Petersburgo tras el inicio de la invasión rusa en Ucrania.
La iniciativa “Barcelona con el apartheid no”, que recabó más de 4.100 firmas, ya despertó sin embargo la queja de diferentes sectores, como la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), que denunció en enero una “campaña de ‘boicot’ contra el hermanamiento de la ciudad de Barcelona y Tel Aviv”.
Tras conocer la medida de Colau, la FCJE calificó la decisión de “antisemitismo sofisticado” y lamentó que “no representa ni en forma ni en fondo lo que es Barcelona ni sus ciudadanos”.