Alemania, locomotora económica de la Unión Europea, se sumó a las presiones para posponer la aplicación de una ley del bloque que sanciona la importación de productos que generan deforestación.
El ministro alemán de Agricultura, Cem Ozdemir -surgido del partido de los Verdes-, anunció que el gobierno del socialdemócrata Olaf Scholz pidió a la Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE, que la implementación de la ley se postergue por seis meses.
Originalmente, esa ley debería comenzar a ser implementada el 30 de diciembre.
“Las empresas necesitan tiempo para prepararse”, afirmó el funcionario alemán en un comunicado.
Si ello no ocurre, añadió, “las cadenas de abastecimiento estarán en riesgo de ruptura al fin de año, en detrimento de las economías de Alemania y de la UE, pequeños granjeros en terceros países y consumidores”.
Promulgada en 2023, la ley (conocida por la sigla EUDR) vetará la comercialización en la UE de determinados productos (cacao, café, soja, aceite de palma, madera, carne bovina, caucho, cuero, muebles, papel) si proceden de tierras deforestadas después de diciembre de 2020.
El jueves, Brasil presentó formalmente una carta para pedir a la UE que posponga la aplicación de la normativa.
“El inicio previsto de implementación de la ley contra deforestación [conocida por sus siglas EUDR] por parte de la UE a fines de 2024 representa motivo de seria preocupación para diversos sectores exportadores brasileños y para el gobierno”, expresa la carta.
Por ello, “solicitamos que la Unión Europea no implemente la EUDR a partir de fin de 2024 y reevalúe con urgencia su abordaje sobre el tema”, señala el documento.
En la carta, las autoridades brasileñas señalan a la EUDR como “un instrumento unilateral y punitivo que ignora las leyes nacionales sobre combate a la deforestación”.