Un grupo de cinco países, impulsado por Italia, propone aplazar cinco años, hasta 2040, el fin de la venta de automóviles con motor de combustión interna en la Unión Europea (UE).
Como parte de su ambicioso plan climático, la Comisión Europea había propuesto en 2021 reducir a cero las emisiones de CO2 de los automóviles nuevos en la UE a partir de 2035, lo que representaría de hecho el fin de las ventas de vehículos a gasolina o diésel en favor de motores 100% eléctricos.
El Parlamento Europeo respaldó este objetivo para 2035 a principios de junio, y los estados miembros buscarán negociar una posición común en una reunión de ministros europeos de medio ambiente prevista para martes en Luxemburgo.
Sin embargo una propuesta firmada por Italia, Bulgaria, Portugal, Rumanía y Eslovaquia aboga por un aplazamiento del calendario para evitar “costes desproporcionados e innecesarios tanto para el sector del automóvil como para los consumidores”.
El texto, que será presentado este viernes a los embajadores de los países miembros del bloque, propone imponer una reducción del 90% de las emisiones para las ventas de nuevos coches individuales en 2035, antes de alcanzar emisión cero en 2040.
“Conseguir una movilidad con cero emisiones requerirá superar obstáculos: aumentar la infraestructura de carga, desarrollar la producción de baterías, mejorar las tecnologías actuales de forma rentable, introducir incentivos para los consumidores”, enumera el documento.
Señala también que llevará tiempo para que el ecosistema industrial, con su densa red de subcontratistas y pymes, se adapte a los nuevos componentes y tecnologías.
La oenegé Transport & Environment dijo que teme una disminución de las ambiciones y pidió a Francia, que ocupa la presidencia rotativa de la UE hasta finales de junio, que mantenga la fecha de 2035.