La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, anunció la inculpación de tres individuos por su participación en lo que describió como “una ola de terrorismo interno contra Tesla”, el fabricante de automóviles dirigido por Elon Musk, un cercano aliado del presidente Donald Trump.
En un comunicado del Departamento de Justicia, Bondi declaró que estos tres acusados “enfrentarán todo el peso de la ley por incendiar coches Tesla y estaciones de carga utilizando cócteles molotov”.
La fiscal general advirtió que cualquier persona involucrada en este tipo de ataques será severamente castigada, subrayando: “Si alguien participa en esta ola de terrorismo interno contra los activos de Tesla, el Departamento de Justicia lo pondrá tras las rejas”.

Aunque los nombres de los acusados no han sido revelados, enfrentan penas de prisión que oscilan entre cinco y 20 años. La fiscalía no especificó los cargos exactos que se les imputan, pero se ha informado que en las últimas semanas varios vehículos, concesionarios y estaciones de carga de Tesla han sido vandalizados en diferentes partes de Estados Unidos.
Uno de los acusados fue detenido tras lanzar bombas molotov en un concesionario de Tesla en Salem, Oregón, mientras que otro lo hizo en Loveland, Colorado, intentando prender fuego a coches Tesla. Un tercer individuo es señalado por haber escrito mensajes insultantes sobre el presidente Trump en estaciones de carga de Tesla en Charleston, Carolina del Sur, antes de incendiarlas con cócteles molotov.
La situación surge en un momento en que Tesla enfrenta dificultades bursátiles y llamados al boicot, provocando que Trump interviniera en apoyo de Musk. La semana pasada, la Casa Blanca se transformó en un concesionario temporal de Tesla, demostrando el respaldo del presidente hacia la marca.

Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, comentó durante una conferencia de prensa: “La marca Tesla era adorada por los estadounidenses, especialmente los demócratas, hasta que Elon Musk decidió votar por Donald Trump”. Leavitt también condenó la violencia hacia los vehículos y sus propietarios, llamando a la oposición a estos actos como “despreciable e inaceptable”.
Desde que Musk contribuyó con más de 270 millones de dólares a la campaña presidencial de Trump el año pasado, su apoyo al presidente se ha consolidado, llevando a Trump a designarlo al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una oficina encargada de reducir drásticamente el gasto público.