El primer lector de El Hobbit murió en Francia a los 95 años
La Tolkien Society confirmó en un comunicado el fallecimiento de Christopher Tolkien, hijo del escritor de fantasía J. R. R. Tolkien, creador de obras inmortales como El señor de los anillos (1954) o El Silmarillion (1977) que revolucionaron el género y dejaron una huella imborrable en la cultura popular.
Albacea y guardián de las esencias de la Tierra Media creada por su padre, Christopher Tolkien desempeñó un papel muy activo en la difusión de las creaciones de su progenitor y actuó como editor de gran parte de su obra tras el fallecimiento de este en 1973.
“Sabiamente, comencé con un mapa”, dijo J. R. R. Tolkien en más de una ocasión para referirse a la complejidad del mundo que había creado en sus obras, situadas la mayor parte de ellas en la Tierra Media, un universo habitado por orcos, elfos, enanos y otros seres cuya visión acabó imponiéndose sobre todas las demás.
Pues bien, su hijo ejerció de cartógrafo (muchas veces de forma literal) de esa vasta tierra, aclarando aspectos, reuniendo escritos y ampliando el imaginario de su padre.
En muchos casos, como ocurrió con esa mezcla de crónica bíblica y enciclopedia fantástica que es El Silmarillion, compilando y permitiendo que la obra pudiera ver la luz.