AMBERES, Bélgica. — A poco más de un año de su descubrimiento en la mina de Karowe, en el noreste de Botsuana, el segundo diamante más grande del mundo, conocido como Motswedi, podría tener como destino final un museo de prestigio internacional.
Así lo confirmó este lunes la firma belga HB Antwerp, actual custodio de la piedra preciosa, durante una presentación.
Con un peso de 2.488 quilates —equivalente a medio kilo— el Motswedi ha despertado el interés de coleccionistas privados, jeques y museos de todo el mundo. “Hemos recibido muestras de interés de todas partes del planeta”, afirmó Margaux Donckier, directora de comunicación de HB Antwerp.
“Un diamante bruto de esta talla excepcional podría terminar perfectamente en manos de un coleccionista o en una vitrina de museo, donde pueda ser admirado por millones”.

El nombre Motswedi, que significa “fuente de agua” en setsuana, fue elegido mediante un concurso nacional en Botsuana que recibió más de 39,000 propuestas.
La piedra fue extraída en agosto de 2024 por la minera canadiense Lucara, que opera la mina Karowe, reconocida por producir diamantes de gran tamaño y calidad.
El Instituto Gemológico de América (GIA) clasificó al Motswedi como un diamante tipo IIa, sin nitrógeno detectable, lo que lo convierte en uno de los cristales más puros jamás encontrados.
Su valor aún no ha sido estimado oficialmente, ya que se requiere un análisis por escáner para detectar impurezas internas antes de decidir si será tallado o conservado en su forma natural.
Lucara confirmó que al menos tres museos están en negociaciones para adquirir el diamante en bruto, lo que marcaría un hito en la historia de la gemología moderna. El Motswedi se suma a una lista exclusiva de piedras legendarias, junto al Cullinan (3.106 quilates) y el Sewelo (1.758 quilates).