El Capítulo Noroccidental del Colegio Hondureño de Economistas se pronuncia en los siguientes términos ante la crisis fiscal y la propuesta de financiar el presupuesto con préstamos del Banco Central de Honduras (BCH) para enfrentar los compromisos del actual gobierno:
1. Desde hace varios años hemos venido advirtiendo sobre el rápido proceso de endeudamiento público en el que incurrieron las pasadas administraciones. Las variantes del endeudamiento han ido surgiendo.
Además de los préstamos con la banca multilateral en términos concesionales, se abrió la puerta para colocar bonos soberanos en los mercados internaciones de capital y se fomentó la compra de bonos por parte de los fondos de previsión social.
Fue una espiral de endeudamiento acompañada de una utilización de esos recursos con evidentes signos de corrupción y despilfarro. Los cálculos indican que se ha alcanzado un nivel del endeudamiento equivalente al 56% del PIB para finales del 2021.
Esto obliga hoy a destinar importantes cantidades del Presupuesto General de la República para el servicio de esa deuda pública.
2. Nos encontramos ante una crisis fiscal que se manifiesta en la dificultad de atender las crecientes necesidades de la economía ante los shocks externos, los agudos problemas sociales de los sectores más vulnerables, los compromisos con los acreedores, así como las obligaciones recurrentes del sector público con sus empleados y proveedores.
Evidentemente que la situación es preocupante; la carga tributaria es ya sumamente alta y sustrae elevadas sumas del consumo de los hogares hondureños, por lo que no se presenta como viable aumentar los impuestos. 3. Las reservas internacionales del país han llegado a 8,500 millones de dólares a abril del 2022.
Dichas reservas, administradas por el BCH son estratégicas para el país.
En la presente situación de incrementos sustanciales en los precios de muchos productos que se importan, las reservas internacionales son claves para afrontar la acrecentada demanda de moneda extranjera.
4. A la fecha no se ha escuchado ninguna opinión del BCH respecto a la decisión por parte del gobierno de financiarse por medio de las reservas internacionales. En vista de lo anterior y de la decisión del actual gobierno de proceder con un financiamiento usando las reservas monetarias internacionales expresamos lo siguiente:
1. Hemos insistido sobre la necesidad de una profunda reestructuración del Presupuesto General de la República que libere fondos para la inversión pública y la compensación social que históricamente se desvían en la negligencia, la corrupción y el despilfarro. Esa reestructuración y la reducción sustancial del mal manejo de los recursos públicos sigue siendo la vía preferente para reducir el endeudamiento recurrente y representa el camino para aliviar los problemas fiscales.
2. Recurrir automáticamente a aumentar el endeudamiento ya sea con el Banco Central, la banca comercial o en el mercado de bonos no se justifica cuando no existen evidentes esfuerzos de revisar a profundidad la forma deficiente en que se gasta e invierten los recursos públicos.
3. El gobierno está ante la necesidad de preservar al país de una crisis de deuda pública y debe agotar todo el potencial existente de liberar recursos a través de una gestión más eficiente tanto en el gasto corriente como en la inversión pública. Solicitamos por ello al gobierno que demuestre con hechos el manejo responsable de las finanzas públicas.
4. La utilización de las reservas internacionales debe ocurrir sin poner en riesgo su carácter precautorio ante posibles desequilibrios externos; por ello la necesidad que sea muy bien analizado el monto a utilizar y su utilización para el financiamiento de activos fijos y productivos. Particularmente el crédito directo con el BCH para financiar el gasto corriente no debe permitirse.
No debe abrirse tampoco las puertas para convertir esto en una regla general, ya que con ello se eleva la emisión monetaria y por ende aumenta el riesgo de la inflación en el país.
5. Llamamos al gobierno a que ponga sobre la mesa su propuesta sobre el monto a solicitar prestado al Banco Central de Honduras y el uso que le dará a dichos recursos.
Exigimos el respeto a la Ley del Banco Central de Honduras y su artículo 40 que se refiere al monto y al plazo de pago de los préstamos con el gobierno.
6. La precaria situación fiscal reafirma las limitaciones a las que se enfrenta la actual administración para apoyar la economía por los tradicionales mecanismos de esta política pública. Por ello solicitamos que por medio de la política monetaria y el crédito se creen condiciones para mejorar la inversión privada y pública, así como la demanda agregada en el país.