Entre los pronósticos que alegran al consumidor de combustibles, el galón de gasolinas registraría su tercera rebaja a partir del próximo lunes 25 de julio en función del descenso en el precio del barril de petróleo en el mercado internacional.
La economía nacional ha tenido dos respiros, con una primera rebaja de 2.78 lempiras a la gasolina superior y en la segunda reducción de 5.65 lempiras para hacer un descuento de 8.43 lempiras en dos estructuras.
Mientras, el galón de gasolina regular rebajó 2.49 lempiras el pasado 11 de julio, mientras el lunes anterior disminuyó 4.79 lempiras, significa un descuento de 7.28 lempiras en beneficio de los consumidores.
Sin embargo, el malestar de las familias hondureñas es que esas rebajas no se han trasladado a los productos de la canasta básica de alimentos que aumentaron de precio entre la justificación de alto costo del carburante.
La gasolina súper que se cotiza a 138.14 lempiras por galón, luego que rozó la banda de los 150 lempiras, mientras, la gasolina regular bajó a 119.11 lempiras por galón.
El diésel -el derivado del petróleo más usado en Honduras- mantiene su valor a 124.50 lempiras por galón.
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) bajó este miércoles un 1.9 por ciento y cerró en 102.26 dólares el barril, después de que Estados Unidos anunciara una menor demanda de gasolina durante la temporada alta de viajes en verano.
Hace 21 días, el período de referencia usado para estimar las próximas estructuras del precio de los carburantes en el mercado interno, el crudo valía 105.76 dólares en el mercado internacional.
La demanda de gasolina en Estados Unidos permanece por debajo de donde estaba hace dos años, ya que los altos precios mantienen a más conductores fuera de las carreteras. Por su parte, TC Energy anunció que el oleoducto Keystone, una de las principales arterias de exportación de petróleo de Canadá, estaba operando a tarifas reducidas por tercer día consecutivo.
El precio del petróleo sigue marcado por la volatilidad presionado, por una parte, por los temores de escasez de suministros por las sanciones occidentales a Rusia y, por otro, por los resultados que la lucha contra la inflación puede tener en el sentido de debilitar la economía mundial y reducir la demanda.