El Producto Interno Bruto (PIB) de Rusia se contrajo un 1,9% interanual en el primer trimestre de 2023, según datos preliminares comunicados el miércoles por la agencia nacional de estadísticas (Rostat).
El periodo estuvo marcado por nuevas sanciones occidentales contra Rusia por su ofensiva militar en Ucrania, incluyendo un embargo sobre los productos petroleros, que se sumó a otro embargo sobre el petróleo crudo y a la imposición de un tope al precio del barril importado de Rusia.
Esas medidas golpearon una fuente crucial de ingresos para el país.
Según el Banco Central Ruso (BCR), la contracción económica en el primer trimestre fue de 2,3% y en el segundo trimestre debería llegar a 4,2%, aunque la tendencia debería revertirse luego para cerrar el año con un crecimiento de 0,5% a 2%.
Las autoridades rusas estiman que el impulso provendrá del consumo de los hogares, sobre todo gracias a un aumento del salario real, que sustituirán a las exportaciones como motor de la economía.