Mientras en la agenda en materia energética del país, se debate si se debe revisar los contratos de generación de energía eléctrica o incrementar la tarifa por el servicio, el proyecto hidroeléctrico Patuca III, sólo está operando en su mínima capacidad.
De acuerdo con el Operador del Sistema (ODS), Patuca solo tiene la capacidad para generar energía parcial cuando su embalse está a nivel óptimo. Es decir que, de los 104 megavatios, que es la capacidad instalada, sólo está generando 57.
Hace un poco más de 10 años, Patuca III se presentó como un ambicioso proyecto de generación de energía limpia, con la promesa de resolver la crisis energética en el departamento de Olancho, reducir los problemas de agua potable, generar empleo para los pobladores y desarrollo, para al menos, 16 comunidades.
Todo quedó en promesas incumplidas. Al 2022, este proyecto no está generando los 104 megavatios para los que tiene capacidad.
Lo que sí ha dejado el famoso Patuca III son cuantiosos daños económicos y ambientales, con terribles repercusiones para los pueblos originarios y las comunidades cercanas, sumando la millonaria deuda que el estado debe pagar al banco chino, cuyo monto supera los 20 millones de dólares semestrales, por concepto de préstamo.
Hay que destacar que Patuca III es la segunda central hidroeléctrica más grande de Honduras -después de El Cajón- cuya inversión es de 460 millones de dólares.
El “documental PATUCA, el precio que Honduras debe pagar”, producido por documentalistas hondureños, en asocio con organizaciones de protección de recursos renovables, revela los casos de corrupción, alrededor de este proyecto.