Tras meses de espera pese a la subida de los precios, los miembros de la OPEP+ decidieron subir de marcha y aumentar su producción de petróleo, respondiendo a los llamados de los países occidentales pero sin contrariar a Rusia.
Los representantes de los trece miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus diez socios (OPEP+) acordaron que “la producción de julio se ajustaría al alza de 648.000 barriles diarios”, en comparación con los 432.000 barriles fijados en los meses anteriores, anunció la alianza en un comunicado tras una breve reunión.
El anuncio de la Unión Europea del pasado lunes de un embargo parcial al petróleo ruso aumentó el temor a una escasez y cambió la actitud del cártel, que subrayó “la importancia de unos mercados estables y equilibrados”.
La decisión supone un giro para la OPEP+, que desde la primavera de 2021 se había limitado a aumentar levemente sus cuotas, para recuperar los niveles previos a la pandemia de covid-19.
Hasta ahora, el grupo nunca había abandonado esa línea de acción, ni siquiera después de que Rusia iniciara su invasión de Ucrania, la cual acentuó las tensiones en el mercado.
Los precios han subido hasta unos niveles que no se veían desde la crisis financiera de 2008, con el Brent del mar del Norte -referencia del oro negro en Europa- tocando los 139,13 dólares el barril el 7 de marzo; y el WTI estadounidense, los 130,50 dólares.
– Se mantiene la unidad –
Según Jeffrey Halley, analista en Oanda, la OPEP+ le ha dado “algunos huesos que roer a Estados Unidos y a Europa” en un contexto de especulaciones sobre un supuesto viaje del presidente estadounidense, Joe Biden, a Oriente Medio, pero “preservando la unidad”.
Un artículo del Wall Street Journal había mencionado la posibilidad de que Rusia fuera apartada del grupo, a raíz de las sanciones occidentales, pero la OPEP+ permaneció sin cambios.
El aumento decidido se repartirá de forma proporcional entre los miembros, y Moscú y Riad -los pilares de la alianza- tendrán cuotas idénticas.
La OPEP+, que extrae alrededor de la mitad del petróleo mundial, se formó en 2016 para ajustar la oferta y regular los precios del barril.
El alza decidida el jueves, aunque sea mayor de lo previsto, “no aliviará de forma significativa un mercado donde escasea el petróleo ruso”, destacó Jeffrey Halley, destacando que muchos Estados apenas logran cumplir sus objetivos.
“Así, los precios continuarán estando altos, Rusia se va satisfecha”, concluye.
El vice primer ministro ruso encargado de Energía, Alexander Novak, aplaudió la decisión de la OPEP+, tomada, según él, para anticiparse a la fuerte demanda en el verano boreal que se acerca.
De paso, criticó el embargo parcial al petróleo ruso aprobado por la Unión Europea este jueves, considerando que serán los europeos los primeros en “sufrirlo”.
– Romper el hielo –
El giro de la OPEP+ llegó tras una serie de llamados desde varios flancos, sobre todo de la Casa Blanca, que desea amortiguar el alza de los precios.
Hasta ahora, los sauditas no se han mostrado dispuestos a calmar el mercado.
Su jefe diplomático, el príncipe Faisal bin Farhan, afirmó en el Foro Económico de Davos que “el reino hacía lo que podía”, indicó la prensa económica.
“La situación es más compleja que simplemente añadir barriles al mercado”, añadió después de que los países industrializados del grupo G7 subrayaran “el papel clave” de la OPEP+ ante la tensión en los mercados internacionales.
“Quizá estemos en una encrucijada”, apunta Ipek Ozardeskaya, de Swissquote, entrevistada por la AFP.
La decisión de este jueves es “la señal de que el el hielo entre sauditas y estadounidenses podría estar fundiéndose al fin, después de dos años de relaciones glaciales”.
Si los lazos entre esos dos países se reforzaran, Riad podría aceptar “extraer más petróleo para compensar las pérdidas de petróleo ruso”, señaló la analista.
Algo que “aislaría todavía más a Rusia” y que “quizá podría cambiar el curso de la guerra”.