La preocupación de que la economía de Estados Unidos sufra una recesión tras el fuerte aumento de las tasas de interés es afirmó un funcionario de la Reserva Federal (Fed).
La economía más grande del mundo todavía tiene un mercado laboral “espectacular” y hay señales de que las presiones sobre los precios comienzan a remitir, dijo el gobernador Christopher Waller.
En junio, el banco central llevó a cabo el mayor aumento de la tasa de interés en casi 30 años e indicó que podría seguir subiéndola para controlar la inflación. Esto disparó los pronósticos de que la economía estadounidense se derrumbaría.
“Personalmente creo que algunos de los temores a una recesión son un poco exagerados”, opinó Waller durante una charla con la Asociación Nacional de Economía Empresarial (NABE).
Estados Unidos se enfrenta a la mayor subida de precios en más de 40 años, sobre todo en los alimentos, el combustible y la vivienda, y la situación ha empeorado por la guerra en Ucrania.
Waller insistió en que reducir la inflación es prioritario, aunque implique que la economía se desacelere.
Él aboga por otro fuerte aumento de la tasa directriz de préstamo a finales de este mes y de nuevo en septiembre para seguir con subidas más pequeñas dependiendo de cómo evolucionen la inflación y la economía.
El comité de políticas de la Fed “está determinado a controlar la inflación” para evitar que se repita la década de 1970, dijo, refiriéndose al período en el que el crecimiento se estancó en medio de una espiral inflacionaria.
“No vamos a dejar que eso suceda”, declaró.
“Es posible que tengamos que correr el riesgo de causar algún daño económico”, reconoció, pero dada la fortaleza del mercado laboral es improbable que las medidas provoquen “una recesión realmente dura”.