La venta de casas nuevas en Estados Unidos continuó su caída en julio, por sexto mes consecutivo, a sus niveles más bajos desde 2016.
Según datos del Departamento de Comercio publicados el martes, se vendieron 511.000 casas el mes pasado en proyección anual (la cifra a 12 meses si se mantuvieran las condiciones del momento de la medición), 12,6% menos que en junio y casi 30% menos que hace un año.
La cifra está muy por debajo de las proyecciones de los analistas que esperaban una pequeña caída de 575.000 compraventas.
El mercado inmobiliario sufre por el incremento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed, banco central), que busca enfriar la economía para combatir la inflación.
La subida del costo del crédito y precios de viviendas que siguen altos, afectan las compras de propiedades, que cayeron así por sexta vez desde febrero.
La mediana de precios para casas nuevas alcanzó los 439.400 dólares frente a 414.900 en junio, y el precio promedio volvió a ubicarse por encima de los 500.000 dólares.
Las ventas de viviendas usadas, que representan 80% del mercado inmobiliario estadounidense en volumen, también habían bajado fuertemente en julio.