El Banco Central Europeo subió las tasas de interés, en medio punto porcentual, y mostró su firmeza en la lucha contra la inflación adelantado que aplicará el mismo incremento en marzo.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde ya había anunciado en diciembre esta subida de 0,50 puntos porcentuales confirmada el jueves pero la institución sorprendió anunciando que volverá a hacer lo mismo en marzo.
Las tasas de interés de la institución subieron el jueves a una horquilla de entre el 2,5% y el 3,25%, la más alta desde noviembre de 2008.
Aunque este anuncio no sea “irrevocable”, los “escenarios actuales” -sobre todo sobre la inflación- llevan a pensar que no ha llegado el momento de ralentizar el ciclo de subidas, precisó Lagarde ante la prensa.
El BCE se enfrenta a una subida masiva de precios provocada por la guerra rusa en Ucrania, que le llevó a lanzar en julio una serie de subidas de tasas sin precedentes y que pone fin a casi una década de dinero barato.
Pero, a diferencia de la Fed estadounidense, la institución con sede en Fráncfort cree que aún no es el momento de ralentizar su endurecimiento monetario.
En Estados Unidos, la Reserva Federal subió el miércoles su principal tasa de interés por octava vez consecutiva (en 0,25 puntos porcentuales) pero ralentizó el ritmo en comparación con las subidas anteriores.
Por su parte, el Banco de Inglaterra (BoE) también subió este jueves su tasa de interés oficial en 0,5 puntos porcentuales, hasta el 4%, su nivel más alto desde 2008, con el fin de contrarrestar la inflación superior al 10% que hay en el Reino Unido.
– Mejora engañosa de la inflación –
Mientras que en Estados Unidos la inflación alcanzó su punto máximo en junio de 2022, en la eurozona la evolución ha sido mucho más lenta y los precios no alcanzaron su pico hasta octubre, con un 10,6%.
En enero, la inflación de la zona euro cayó por tercer mes consecutivo, hasta el 8,5%, más de lo que esperaban los economistas, gracias a la bajada de los precios de la energía.
Pero se mantiene muy por encima del objetivo del banco central del 2% a medio plazo.
Además, se trata de una mejora engañosa porque la inflación llamada subyacente, que excluye la energía y los alimentos, se ha mantenido en el 5,2% en el mismo periodo y “debería seguir siendo obstinadamente alta en 2023”, advierte Fritzi Köhler-Geib, economista jefe del banco gubernamental alemán KfW.
El BCE no tiene reparos en seguir subiendo las tasas de interés, más aún con las previsiones de Eurostat de que la eurozona podría escapar a la recesión este invierno boreal, gracias a un ligero crecimiento del PIB (+0,1%) en el cuarto trimestre de 2022.
En este sentido, Lagarde dijo el jueves que la economía de la eurozona se está mostrando “más resistente” de lo esperado, a pesar de “la debilidad de la actividad mundial y la elevada incertidumbre geopolítica”.
Según el índice PMI, la actividad industrial repuntó en enero en la zona euro gracias a la mejora de las cadenas de suministro y a la reapertura de la economía china.
Ahora, la cuestión es saber hasta donde irá el BCE con sus subidas de tasas.
“Todavía nos queda un largo camino por recorrer, sabemos que esto no ha terminado”, afirmó Lagarde, tras insistir en el compromiso del BCE de “mantener el rumbo” del endurecimiento monetario.
En su comunicado, el BCE también advierte de que “seguirá subiendo las tasas de interés sustancialmente a un ritmo constante y los mantendrá en niveles suficientemente restrictivos para garantizar que la inflación vuelva al objetivo lo antes posible”.