La gestión diplomática de Honduras se perfila como un desafío multifacético en medio de un escenario de incertidumbre regional e internacional.
El nuevo canciller, Efraín Bú Soto, confirmó que la CICIH sigue siendo prioridad para el gobierno, pese a obstáculos internos que retrasan su instalación.
Bú Soto resaltó que ha participado en negociaciones con Naciones Unidas, pero admitió que la aprobación final depende del Congreso, lo que puede dilatar el proceso.
Además, el gobierno trabaja en planes contingentes ante la posible cancelación del Programa de Protección Temporal (TPS) para migrantes hondureños en EE. UU., afectando a miles de familias.
La decisión aún no se ha formalizado, y Honduras espera la resolución, mientras prepara estrategias para apoyar a sus connacionales en caso de negativa estadounidense.
El canciller también destacó la reciente situación de migrantes detenidos en Los Ángeles, con esfuerzos consulares en marcha para brindar apoyo y minimizar riesgos, recomendando evitar protestas que puedan poner en peligro a los hondureños.
En política exterior, Bú Soto enfatizó la diversificación de relaciones para impulsar el turismo, la inversión y fortalecer la posición económica del país, reconociendo a EE. UU. como su principal aliado, aunque descartó nombrar un nuevo embajador en Washington, dada la coyuntura actual.