Cepal urge a Honduras consolidar un modelo de crecimiento más inclusivo

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Honduras cerrará con un desempeño económico superior al promedio regional, pero aún enfrenta desafíos estructurales que podrían limitar su crecimiento en los próximos años, según el más reciente análisis de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

El organismo regional confirmó que el país registró un crecimiento del 3,6 %, impulsado por el consumo interno, las remesas y la inversión privada y pública. Sin embargo, alertó que esta expansión convive con debilidades profundas que requieren atención urgente.

Entre los principales retos, la Cepal destaca la baja productividad, la limitada diversificación exportadora y la alta vulnerabilidad ante choques externos, especialmente en un contexto global marcado por tensiones geopolíticas y desaceleración del comercio.

A ello se suma el deterioro de la balanza de pagos: la cuenta corriente cerró con un déficit del 4,6 % del PIB, producto de la caída de exportaciones y el aumento de importaciones, parcialmente compensadas por el flujo de remesas.

El informe también subraya que, pese a la mejora en los ingresos tributarios y la reducción del déficit fiscal a 1,8 % del PIB, Honduras debe fortalecer su capacidad de inversión productiva y avanzar hacia sectores de mayor valor agregado para sostener un crecimiento más robusto y estable.

PANORAMA

En el contexto centroamericano, Honduras se mantiene entre las economías más dinámicas. Para 2026, la Cepal proyecta un crecimiento del 3,9 %, superando el promedio regional estimado en torno al 2,2 % y ubicándose junto a Guatemala y Costa Rica como los países con mejor desempeño económico en la región.

No obstante, el organismo advierte que el país debe transformar su crecimiento coyuntural en desarrollo sostenible de largo plazo, lo que implica mejorar la productividad, diversificar exportaciones, fortalecer la infraestructura y reducir la vulnerabilidad externa.

Con estas cifras, Honduras confirma su potencial económico, pero también la urgencia de emprender reformas estructurales que permitan consolidar un modelo de crecimiento más inclusivo, competitivo y resiliente.