WASHINGTON, D.C., El directorio ejecutivo del Banco Mundial aprobó dos nuevos proyectos, por un total de $185 millones, para apoyar a Honduras a fortalecer la prestación de servicios de salud para adolescentes, niñas, niños y madres, mejorar las capacidades de su sistema de salud pública, para la preparación ante emergencias y consolidar su marco para gestionar desastres y riesgos relacionados con el clima, incluyendo brotes de enfermedades.
“Para el Gobierno de Honduras es una prioridad proteger la salud, el bienestar y la vida de toda la población hondureña y estos dos nuevos proyectos apoyarán los esfuerzos nacionales para brindar mejores servicios de salud, especialmente a las poblaciones vulnerables, y prepararse para responder mejor en caso de emergencias”, dijo Rixi Moncada, secretaria de Estado en el despacho de Finanzas de Honduras.
El primer proyecto aprobado, el Proyecto de Restauración de Servicios Esenciales de Salud y Avance en la Preparación para Emergencias (RESHAPE, por sus siglas en inglés) de US$75 millones, tiene como objetivo mejorar la utilización de los servicios de salud reproductiva e infantil en regiones prioritarias y fortalecer las capacidades del sistema de salud pública para la preparación para emergencias y, en caso de una crisis o emergencia, responder con prontitud y eficacia.
El proyecto beneficiará directamente a cerca de 3 millones de mujeres en edad fértil, 640.000 niños menores de cinco años y 600.000 adolescentes de 15 a 19 años con mejores servicios de salud materna, neonatal, infantil y adolescente. La mejora de la capacidad del sistema de salud hondureño para prevenir, detectar y responder ante emergencias de salud beneficiará a todos los habitantes del país, alrededor de 10,1 millones de personas.
El proyecto RESHAPE, que será implementado por la Secretaría de Salud, será financiado por un crédito de US$60 millones otorgado por la Asociación Internacional de Fomento (IDA, por sus siglas en inglés) y una donación de US$15 millones del Fondo de Financiamiento Global para Mujeres, Niños y Adolescentes (GFF, por sus siglas en inglés) específicamente para restaurar y proteger los servicios de salud esenciales en medio de múltiples crisis, incluida la COVID-19.
El otro proyecto aprobado, el Segundo Crédito de Políticas de Desarrollo para la Gestión del Riesgo de Desastres con Opción de Desembolso Diferido por Catástrofes (Cat DDO, por sus siglas en inglés) de US$110 millones, tiene como objetivo continuar apoyando los esfuerzos de Honduras para gestionar su exposición y vulnerabilidad ante eventos adversos naturales y de salud, luego de las crisis por la COVID-19 y las tormentas tropicales Eta e Iota, y proporcionar financiamiento que pueda movilizarse rápidamente en caso de emergencias futuras.
El objetivo de Segundo Cat DDO es consolidar y ampliar el marco institucional, regulatorio, político y financiero de Honduras para gestionar desastres y riesgos relacionados con el clima, incluyendo brotes de enfermedades, e incorporar la gestión del riesgo de desastres y la resiliencia climática en sectores prioritarios.
Tras el desembolso total del Primer Cat DDO (US$119 millones) en 2020 durante la emergencia de la COVID-19, el segundo Cat DDO dará acceso a recursos de rápido desembolso como financiamiento puente en caso de futuras emergencias.
“La prestación de servicios de salud de calidad a poblaciones vulnerables mejorará la calidad de vida de las familias en Honduras y contribuirá a la acumulación de capital humano.
Además, fortalecer las capacidades del país para prepararse y responder mejor ante emergencias ayudará a mitigar los impactos negativos en los medios de vida de las personas y el crecimiento económico”, dijo Boris Weber, representante residente del Banco Mundial en Honduras.
El crédito de US$60 millones otorgado por IDA para el Proyecto de Restauración de Servicios Esenciales de Salud y Avance en la Preparación para Emergencias (RESHAPE, por sus siglas en inglés) tiene un vencimiento final de 30 años, incluyendo un período de gracia de 5 años.
El crédito de US$110 millones otorgado por IDA para el Segundo Crédito de Políticas de Desarrollo para la Gestión del Riesgo de Desastres con Opción de Desembolso Diferido por Catástrofes (Cat DDO, por sus siglas en inglés) tiene un vencimiento final de 30 años, incluido un período de gracia de 5 años.