Los asesinos de la viuda de Magdaleno Meza, Erika Bandy, andaban con chalecos de la DPI, quienes ingresaron a la panadería, en donde se refugió, pero armados ingresaron y le gritaron a la mujer.
En el primer disparo, mientras Bandy se escudaba en una empleada, fue a la cabeza de la mujer, al caer al suelo, el asesino le disparó en reiteradas ocasiones a la cabeza a Bandy, para asegurarse de que ya no volvería a la vida.
El segundo asesino llega a la escena del crimen y recoge el tarjetero que andaba Bandy, el dinero y el celular, lo guarda y después procede a abandonar la panadería.
Y hasta cuando el ministro de justicia hará su trabajo? Que tranquilidad para la delincuencia, en un país que se desangra y no hay quien ponga orden para la gente de su país.