De nuevo el fanatismo vuelve a empañar la fiesta futbolera, cuando varios de los autobuses en el que se transportaban los aficionados del Real España, fueron tiroteados por personas que no son a fin a ese club balompédico.
En las redes sociales del Real España se hizo la denuncia del atentado que sufrieron cerca del peaje, por lo que la Policía Nacional decidió regresar la unidad de transporte a San Pedro Sula, para evitar conflictividad de las barras.
Los aficionados denunciaron que ya iban con boleto en mano y que la persona que los atacó es parte de la barra del Motagua.
También, los aficionados aurinegros solicitaron a su junta directiva, que, en el partido de vuelta, se cierren los portones para la afición azul, con el objetivo que la gran final se viva en paz y que sea una verdadera fiesta deportiva, pues habrá nuevo campeón.