“Nunca les daremos la mano”, insistió la ucraniana Olga Jarlan, descalificada en el Mundial de esgrima por no saludar con ese gesto a su rival rusa Anna Smirnova, a la que acababa de derrotar.
“Mi mensaje de hoy es que nosotros, los deportistas ucranianos, estamos preparados para enfrentarnos a los rusos en el terreno deportivo pero no les daremos nunca la mano”, declaró Jarlan a varios periodistas en Milán, entre ellos.
La cuatro veces campeona mundial aseguró también que había conversado con el presidente de la Federación Internacional de Esgrima (FIE), el griego Emmanuel Katsiadakis, que sucedió en el puesto al oligarca ruso Alisher Usmanov. Según Jarlan, Katsiadakis le había dicho que era “posible” no estrechar la mano de su adversaria.
“Pensaba tener su palabra, estar protegida, pero aparentemente no es así”, lamentó Olga Jarlan, que quedó suspendida también, con la tarjeta negra recibida, de la prueba por equipos, que se presentaba como su única opción de clasificarse a los Juegos Olímpicos de París-2024.
La Federación Ucraniana de Esgrima protestó contra la descalificación y pidió la reintegración de Olga Jarlan al torneo mundial.
“Hemos trasladado nuestra protesta a la Federación Internacional de Esgrima. Esperemos que se tenga en cuenta de manera inmediata esta protesta para que la descalificación sea anulada”, declaró a los periodistas el presidente de la Federación Ucraniana, Myjailo Illiachev.