de sus deportistas, a los que autoriza ahora a enfrentarse a rusos y bielorrusos según una serie de condiciones, aunque en la práctica la tensión es evidente como ocurrió el jueves con la descalificación de Olga Jarlan en el Mundial de esgrima.
Jarlan había aceptado el duelo deportivo contra Anna Smirnova en el Mundial, con el visto bueno de las autoridades de Kiev, y ganó. Se negó luego a estrechar la mano de su adversaria y por ello fue descalificada.
Cuando Smirnova se acercó para darle la mano, Jarlan extendió su sable, manteniendo la separación entre ambas. Ante la sorpresa de la rusa, la ucraniana abandonó el lugar.
“Mi mensaje de hoy es que nosotros, los deportistas ucranianos, estamos preparados para enfrentarnos a los rusos en el terreno deportivo pero no les daremos nunca la mano”, declaró Jarlan a varios periodistas en Milán, entre ellos a la AFP.
Ante la negativa a ese apretón de manos, Smirnova protestó y se negó a abandonar la pista durante casi una hora después del final del duelo.
Negarse a saludar es sancionado con una descalificación en el reglamento de la FIE. Finalmente logró su propósito.
La descalificación fue tachada de “absolutamente escandalosa” por Mijailo Podoliak, asesor cercano al presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
La Federación Ucraniana de Esgrima protestó contra la descalificación y pidió la reintegración de Jarlan, mientras que el Comité Olímpico Internacional (COI) hizo un llamamiento a mostrar “sensibilidad” hacia los deportistas ucranianos.
El miércoles, el espadachín Igor Reizlin, compatriota de Jarlan, no había podido entrar en pista para medirse con el ruso Vadim Anojin.
Pero entre medias, un decreto del ministerio de Deportes ucraniano marcaba una inflexión por parte de las autoridades de Kiev, que hasta entonces prohibían a los deportistas de sus delegaciones oficiales participar en competiciones en las que figurasen rusos o bielorrusos.
Modificado el miércoles, en adelante se ciñe sólo a los “deportistas que representen a la Federación de Rusia o a la República de Bielorrusia”. Eso les permite competir contra deportistas bajo bandera neutral, lo que va en la línea de la recomendación del Comité Olímpico Internacional (COI), seguida por varias federaciones internacionales, como la de esgrima (FIE), para reintegrar a rusos y bielorrusos en el deporte mundial.
Esta enmienda disipa en parte la amenaza de una ausencia de Ucrania en los Juegos de París, una hipótesis que ganaba peso con las ausencias de deportistas ucranianos en varias competiciones clasificatorias para la cita olímpica.
Ucrania aún no ha tomado una decisión oficial. “Esperamos a la decisión final y saber si (los rusos y bielorrusos) serán autorizados a participar o no”, había indicado a Le Monde el martes el ministro ucraniano de Deportes y presidente del comité nacional olímpico, Vadym Gutzeit.
– Luz verde poco antes –
A excepción del tenis, donde los jugadores no forman parte de una delegación oficial, no había habido otros enfrentamientos entre deportistas de los dos países desde la invasión rusa de Ucrania.
“Estoy realmente orgullosa de nuestros jugadores de tenis y me imagino en su lugar, enfrentar a gente cuyo país bombardea y mata a nuestros compatriotas”, había afirmado hace unas semanas Olga Jarlan a la AFP, abogando por poder enfrentarse a los rusos.
En el ambiente flotaba este jueves la sensación de que era algo más que un duelo deportivo el que se vivía en el palacio de congresos de Milán, donde una veintena de miembros de la delegación ucraniana apoyaba a Jarlan al grito de ‘Slava Ukraini’ (“Gloria a Ucrania”).
Cuádruple campeona del mundo de sable y una de las estrellas del deporte ucraniano, Jarlan no tuvo luz verde para competir hasta este jueves por la mañana, luego de una última reunión de las instancias del deporte de su país, explicó a la AFP una persona miembro de la delegación ucraniana presente en la ciudad italiana.
– La esgrima abrió el camino –
La esgrima fue el primer deporte en reabrir la puerta a los rusos y bielorrusos en marzo. Tenis de mesa, canotaje o remo también siguieron las recomendaciones del COI, que había preconizado su regreso en marzo, bajo bandera neutral y a título individual.
En esgrima, 30 rusos y 51 bielorrusos recibieron en abril la catalogación de “deportista individual neutral” después del examen de sus dosieres y de la aprobación por el comité ejecutivo de la FIE.
Pero ningún gran nombre de la disciplina entre ellos, como la vigente campeona olímpica de sable individual y por equipos, Sofia Pozdniakova, hija de Stanislav Pozdniakov, también antiguo campeón de sable y presidente del Comité Olímpico Ruso (ROC).