El Real Madrid atraviesa uno de los momentos más críticos de la era de Xabi Alonso. Tras la derrota por 2-1 ante el Manchester City en la Champions League, el equipo llega al duelo del domingo frente al Alavés en una situación límite: apenas dos victorias en los últimos ocho partidos y una defensa completamente desmantelada por las lesiones.
La caída ante el City, pese a una leve mejoría en el juego, profundizó la crisis de resultados y dejó al club blanco en un escenario inédito.
De acuerdo con los reportes, el Madrid no cuenta con ninguno de sus defensores titulares para el compromiso en Vitoria.
La lista de bajas es contundente: Dean Huijsen, Éder Militao, Trent Alexander-Arnold, Dani Carvajal, David Alaba, Ferland Mendy y Eduardo Camavinga —este último, opción de emergencia como lateral izquierdo— están lesionados y, salvo Huijsen, ninguno llegará al partido del domingo.
La situación obliga a Xabi Alonso a improvisar una línea defensiva con jugadores del filial o mediocampistas reconvertidos, en un momento en el que el equipo necesita urgentemente sumar puntos para frenar la caída en la Liga.
La prensa internacional describe al Real Madrid como “un hospital”, reflejando la magnitud del problema físico que enfrenta la plantilla.
El duelo ante el Alavés se presenta como un examen decisivo. La falta de solidez defensiva ha sido determinante en los recientes tropiezos, y la presión sobre el técnico aumenta mientras el club intenta evitar que la crisis se profundice.
Con un calendario exigente por delante y sin señales de recuperación inmediata en la enfermería, el Real Madrid llega a Vitoria en estado de emergencia, obligado a reaccionar para no comprometer sus aspiraciones en la temporada.