Real España sigue sin ganar

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LA PAZ. Se cerró el telón de la novena jornada del Torneo Apertura 2025-2026 con un empate 1-1 insípido entre Génesis y Real España, resultado que dejó a ambos equipos con la obligación de sumar de a tres y sin respuestas contundentes.

En un encuentro marcado por decisiones polémicas y oportunidades desperdiciadas, Génesis abrió el marcador a los 31 minutos mediante un penal ejecutado por su capitán Williams Moncada; la igualdad llegó en tiempo de descuento del primer tiempo, cuando el panameño Daniel Aparicio conectó un cabezazo tras un tiro libre de Jhow Benavídez (45+3).

El desarrollo del partido exhibió un equilibrio inestable. Ambos clubes alternaron momentos de claridad y lagunas ofensivas, pero ninguno supo imponer un dominio sostenido.

Los locales mostraron mayor iniciativa y control en tramos claves, generando circulación más dinámica y acercamientos más peligrosos; sin embargo, la ventaja obtenida desde los once metros despertó críticas entre los presentes y la prensa.

Según la apreciación de buena parte del público y analistas, la acción previa al penal tuvo indicios de fuera de juego en el pase que originó la jugada, y la falta sancionada por el árbitro Arlington Escobar fue cuestionada por su dudosa existencia.

Aun así, Moncada ejecutó con solvencia y engañó al portero Luis “Buba” López, transformando la pena máxima con temple.

Real España, por su parte, tardó en reaccionar y mostró un juego tibio en la búsqueda del empate, aunque encontró la recompensa antes del descanso gracias a la precisión de Benavídez en la pelota detenida. La incapacidad del arquero visitante, Rolando Balanta, para contener el testarazo de Aparicio fue determinante para la paridad.

En la segunda mitad, la tónica no cambió sustancialmente: pocas ocasiones claras y reemplazos que no lograron inclinar la balanza. El reparto de puntos deja a ambos planteles con deuda en la tabla y cuestionamientos sobre su ambición competitiva.

El Torneo Apertura exige respuestas inmediatas y, tras este empate, la presión sobre jugadores y cuerpos técnicos se intensifica.