El Paris Saint-Germain cerró la temporada 2024-2025 con una cifra de negocios histórica de 837 millones de euros, consolidándose como uno de los clubes más poderosos de Europa tanto en lo deportivo como en lo económico.
El club parisino, propiedad de Qatar Sports Investments desde 2011, celebró una campaña sin precedentes: campeón de la Champions League, Supercopa de Europa, Ligue 1, Copa de Francia y Trofeo de Campeones, además de alcanzar la final del Mundial de Clubes en Estados Unidos.
Este éxito deportivo impulsó sus ingresos por jornada a 175 millones de euros, mientras que los ingresos comerciales escalaron a 367 millones, gracias a una red de 31 patrocinadores y una venta récord de productos oficiales.

A pesar de estos logros, el PSG enfrenta una limitación estructural: su estadio, el Parc des Princes, con capacidad para 48.000 espectadores, es considerado insuficiente para acompañar el crecimiento del club. Las autoridades del PSG han expresado su interés en ampliar o cambiar de sede, aunque las negociaciones con el Ayuntamiento de París siguen estancadas.
La crisis de los derechos televisivos en la Ligue 1, que se mantienen a la baja desde la pandemia, no ha impedido que el PSG se mantenga como motor económico del fútbol francés.
Su modelo de negocio, basado en la internacionalización de la marca, el desarrollo de talento y la inversión en infraestructura, ha sido elogiado por analistas deportivos y financieros.
Con esta temporada, el PSG no solo ha conquistado Europa en el campo, sino que ha reafirmado su posición como referente global en gestión deportiva. El reto ahora será encontrar un estadio que esté a la altura de su ambición.