La Liga Profesional de Fútbol Femenino de España pidió inhabilitar al presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por el beso en la boca que le dio a la jugadora Jenni Hermoso tras el Mundial femenino ganado por las españolas el domingo en Sídney.
“La Liga Profesional de Fútbol Femenino, Liga F, ha presentado una denuncia ante el presidente del Consejo Superior de Deportes por los gravísimos hechos y conductas llevadas a cabo por el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, en el marco de la Final de la Copa del Mundo Femenina, solicitando su inhabilitación”, indica la Liga F en un comunicado difundido en su página de internet.
“Una de las mayores gestas de la historia del deporte español se vio ensuciada por el bochornoso comportamiento del máximo representante del fútbol español que, una vez más, y guiado por su continuo y habitual afán de protagonismo, demostró no estar a la altura del cargo que ostenta”, se puede leer en el comunicado.
“Que un jefe agarre de la cabeza a su trabajadora y la bese en la boca, sencillamente, no puede tolerarse”, continúa la Liga F.
“No se trata únicamente del beso. Se trata de una actitud que se encuentra muy alejada de los valores de nuestra sociedad”, prosigue.
– “Inadmisible y repugnante” –
“Celebrar el triunfo en el palco de autoridades agarrándose los genitales al lado de S.M. La Reina y Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía es inadmisible y repugnante”, indica asimismo, aludiendo a otro momento de la noche del domingo que fue difundido por las cámaras al mundo entero.
En efecto, las imágenes muestran a Luis Rubiales sujetarse con las manos sus órganos genitales para celebrar el triunfo de España, situado en el palco de autoridades a menos de dos metros de la reina Letizia y de su hija menor, la infanta Sofía.
“Se trata de un bochorno internacional sin precedentes para la Marca España, para el deporte español y para el fútbol femenino mundial”.
“La gravedad de lo sucedido, el daño causado y el unánime rechazo mundial obligan a tomar decisiones. La sociedad se ha manifestado con claridad. España y el fútbol español no merecen un representante de este nivel, y las instituciones deben acompañar y dar respuesta al sentir de la sociedad”, concluye el texto, pidiendo “dar un paso adelante”.
Desde el domingo por la noche, la polémica en torno a ese beso no consentido no ha cesado de agrandarse, con reacciones condenatorias o críticas por parte del presidente del gobierno español, de la Asociación de Fútbolistas Españoles (AFE) o de la célebre futbolista estadounidense Megan Rapinoe.
Rubiales, que en un principio llegó a insultar a quienes le criticaban, pidió perdón horas después en un video. “Hay un hecho que tengo que lamentar y es lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos, al igual que con otras, y donde seguramente me he equivocado”, afirmó.
La RFEF mantendrá el viernes una asamblea general extraordinaria dedicada al caso.