Panamá logró una histórica victoria por 1-0 sobre Estados Unidos, avanzando así a la final de la Liga de Naciones de la Concacaf, donde se enfrentará al ganador de la otra semifinal entre México y Canadá.
Cecilio Waterman fue el héroe del encuentro, aprovechando la única ocasión clara del equipo panameño para anotar el gol del triunfo en el SoFi Stadium de Inglewood, en Los Ángeles. El potente zurdazo de Waterman, tras una asistencia de Adalberto Carrasquilla, dejó en shock tanto al banquillo estadounidense como a los escasos aficionados locales presentes en las gradas.
Este resultado significó el fin de la hegemonía previa de Estados Unidos en la Liga de Naciones, un torneo que habían ganado en sus tres ediciones anteriores. Con su primer torneo al mando de Mauricio Pochettino, el equipo estadounidense sufrió un duro revés, una oportunidad crucial para preparar su estrategia de cara al Mundial de 2026 que coorganizarán con México y Canadá. Pochettino ahora enfrenta el desafío de moldear un equipo competitivo y resolver la alarmante falta de gol que muestran sus delanteros.
El encuentro comenzó en un estadio poco concurrido, y Pochettino, en busca de su delantero centro ideal, no pudo contar con Folarin Balogun ni con Ricardo Pepi, eligiendo en su lugar a Josh Sargent. Este último fue el encargado de generar las pocas jugadas de peligro en la primera mitad, incluyendo un disparo al poste tras una excelente jugada de Christian Pulisic.
A pesar de contar con varias oportunidades, Estados Unidos no logró concretar. La defensa panameña se mantuvo firme y esperó su momento para contragolpear. La primera acción realmente peligrosa para los locales llegó solo en el minuto 82, cuando Weston McKennie robó el balón en el medio campo y filtró un pase para el recién ingresado Patrick Aubameyang, quien no logró anotar.
Cuando parecía que el partido se iba a tiempo extra, la defensa estadounidense cometió un error que permitió a Carrasquilla asistir a Waterman, quien sorprendió al arquero Matt Turner con un disparo cruzado devastador. Con sus compañeros celebrando en el campo, Waterman se saltó la valla y se abrazó a la leyenda francesa Thierry Henry, quien se encontraba en la línea de banda como comentarista.