Panamá derrotó 2-0 a Baréin, en partido amistoso disputado en el país asiático, donde los canaleros fueron superiores en juego y ocasiones de peligro.
Los goles del partido, disputado en el Estadio Nacional de Barein fueron anotados por Michael Amir Murillo (18) e Ismael Díaz (46).
La cita sirvió al seleccionador panameño, el hispano danés, Thomas Christiansen, para probar a varios jóvenes, dentro de su plan por renovar un equipo que estuvo a punto de lograr la clasificación para el Mundial de Catar.
En la primera mitad, el equipo centroamericano buscó atacar a través de las bandas, con Adalberto Carrasquilla a los mandos en el centro del campo y subidas constantes de los laterales.
En una de esas subidas, el jugador del Anderlecht de Bélgica, Murillo, adelantó a Panamá, tras recibir un centro desde la izquierda, bajarse el balón con el pecho y rematar con un disparo cruzado a media altura.
Antes del descanso, los centroamericanos mostaron su poderío físico en el juego aéreo, donde Baréin estuvo a punto de anotarse un par de goles en propia puerta por salidas en falso de su portero o malos despejes de sus defensores.
En la segunda mitad, Panamá marcó el segundo gol en la primera jugada. Fue Díaz quien anotó tras aprovechar un rechazo del poste en un remate suyo.
Con el paso de los minutos, Baréin trató de acercarse sin mayor éxito a la portería panameña, a la que solo amenazó con un disparo cruzado que salió pegado al poste.
En los últimos minutos, Panamá pudo aumentar su ventaja con varios disparos de Ángel Orelién, aunque la ocasión más clara la tuvo Eduardo Guerrero, que falló totalmente solo ante al arquero en un contragolpe al minuto 90.
Panamá, que soñaba con volver a una Copa del Mundo después de su primera participación en Rusia-2018, estuvo durante la mayor parte del pasado octagonal de Concacaf dentro de los primeros puestos.
Sin embargo, Costa Rica terminó desplazando a los panameños del cuarto lugar, que permitía la posibilidad de jugar un partido de repechaje, tras una espectacular remontada durante la segunda parte del premundial.
Ahora, Christiansen, amante del juego propositivo, con posesión de la pelota, múltiples combinaciones y velocidad en ataque, busca renovar el equipo de cara al Mundial de 2026, que se disputará en México, Canadá y Estados Unidos.