En un duelo cargado de tensión y tarjetas, el AS Mónaco logró imponerse 2-1 al AJ Auxerre este sábado 13 de septiembre en el estadio L’Abbé-Deschamps, por la cuarta jornada de la Ligue 1.
El triunfo, aunque sufrido, permite a los monegascos escalar provisionalmente al tercer lugar de la tabla con 9 puntos, consolidando su buen arranque liguero antes de enfrentar al Brujas en su debut en la UEFA Champions League.
El partido estuvo marcado por la intensidad y las interrupciones. El árbitro Romain Lissorgue mostró nueve tarjetas amarillas —seis para el Mónaco— y expulsó al atacante local Josué Casimir por doble amonestación al minuto 68. La expulsión condicionó el tramo final del encuentro, donde el Mónaco aprovechó para sellar la victoria.
Takumi Minamino abrió el marcador en tiempo de reposición del primer tiempo (45+2), tras una jugada colectiva que desarmó la defensa local. Auxerre igualó parcialmente gracias a un autogol del defensor monegasco Mohamed Salisu (73), pero George Ilenikhena, ingresado desde el banquillo, marcó el gol decisivo al minuto 89, aprovechando un rebote en el área.
Con este resultado, el Mónaco suma su tercera victoria en el torneo, tras vencer a Le Havre (3-1) y Estrasburgo (3-2), y dejar atrás la derrota sufrida ante Lille (1-0). El equipo dirigido por Adi Hütter muestra eficacia ofensiva —con 10 goles en cuatro partidos— pero también fragilidad defensiva, con seis tantos recibidos.
Auxerre, por su parte, acumula tres derrotas consecutivas y queda relegado al puesto 15 con apenas 3 puntos. La presión crece sobre el técnico Christophe Pélissier, quien deberá corregir el rumbo antes de enfrentar al Lyon en la próxima jornada.
“Hemos tenido un poco de suerte al marcar al final, pero son tres puntos valiosos”, reconoció Hütter tras el encuentro.