Los encargados de encender el pebetero olímpico, la exatleta Marie-José Perec y el judoca Teddy Riner, ambos campeones olímpicos, son dos monumentos del deporte francés.
‘Marie-Jo’ sigue en el imaginario colectivo francés 30 años después de sus hazañas en la pista de atletismo, única atleta gala que puede presumir de tres títulos olímpicos (200 m en Barcelona-1992, doblete 200 m y 400 m en Atlanta-1996) y abanderada de la delegación francesa en los Juegos de 1996.
“¡Los Juegos son mi vida!, repite la guadalupeña de 56 años, cuyo nombre estaba en todas las apuestas para ser la última relevista de la espectacular ceremonia de apertura de París-2024 celebrada este viernes en el Sena.
– Como su ídolo Mohamed Alí –
También explicó varias veces que su sueño era encencer el pebetero como en 1996 hizo Mohamed Alí, legendario boxeador y figura de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos e ídolo de su abuela, a quien estaba muy unida la atleta.
“Si fuese elegida, sería como ganar una medalla de oro más, por todo lo que representa”, reiteró hace escasos meses.
“Me convertiría en una especie de pequeña Mohamed Ali de mi abuela”.
Al contrario que Perec, Riner sigue en activo a sus 35 años y en París-2024 busca ser el primer judoca en la historia en ganar el oro en el peso pesado, lo que le convertiría, si no lo es ya, en el mejor deportista de la historia de esta disciplina.
También originario de Guadalupe, la isla caribeña al norte de Venezuela y al sureste de Puerto Rico, Dominicana y Cuba, el gigante de 2,03 m y 140 kg ganó el oro en la categoría reina del judo en Londres-2012 y Rio-2016 y el título por equipos en Tokio-2021 (edición celebrada en 2021 por la pandemia).
Tiene además dos bronces olímpicos (2008 y 2021) y once títulos mundiales entre 2007 y 2023.
– MEJOR JUDOCA DE LA HISTORIA –
Su derrota en cuartos en Tokio ante el ruso Temerlan Bashaev, no hizo sino aumentar su apetito insaciable. Desde entonces está invicto. En el ambiente del judo todos le conocen como el ‘Boss’.
A la espera de ver si puede colgarse un nuevo oro, Riner se llevará al menos de París-2024 el inolvidable recuerdo del encendido del pebetero, que por primera vez en la historia se hizo a cuatro manos, una mujer y un hombre, otro guiño de la ceremonia de apertura a los tiempos modernos.