El seleccionador español, Luis de la Fuente, ha sido citado como testigo por el juez que investiga al expresidente de la Federación de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por su beso forzado y presuntas coacciones a la jugadora Jenni Hermoso.
El juez Francisco de Jorge ha citado para el 20 de octubre a De la Fuente, así como al director de comunicación de la RFEF, Pablo García Cuervo, y al subdirector de Comunicación, Enrique Yunta, también como testigos, informaron este viernes fuentes judiciales.
El magistrado ha fijado asimismo las comparecencias como testigos para el 27 de octubre del director de gabinete de Rubiales, José María Timón, del psicólogo de la selección femenina, Javier López Vallejo, y del responsable de “compliance” -cumplimiento normativo- de la RFEF, Javier Puyol.
El juez de la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, continua así con su investigación por los supuestos delitos de agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso, tras el beso forzado que recibió por parte de Rubiales en la entrega de medallas del Mundial de Australia, ganado por España el 20 de agosto.
La instrucción se dirige ahora también contra el exseleccionador femenino, Jorge Vilda, el director de la selección masculina, Albert Luque, y el director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera.
Los tres pasaron a ser investigados después de que el hermano y una amiga de Jenni Hermoso confirmasen ante el juez que la jugadora y su entorno recibieron presiones para que la campeona del mundo española justificara la acción de Rubiales.
Citados como investigados para el 10 de octubre, el juez ha pospuesto la declaración de Albert Luque una semana, al 16 de octubre.
Antes de estas comparecencias, el magistrado tomará declaración como testigos el próximo lunes a las internacionales Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez, compañeras de Hermoso en la selección.
El beso a Hermoso por parte de Rubiales, que defendió ante el juez que fue consentido, suscitó un escándalo mundial y un plante de las futbolistas españolas en defensa de su compañera y para pedir cambios en la RFEF.
Desde que estalló el caso, Rubiales dimitió tras resistirse inicialmente y varios altos cargos federativos, considerados cercanos al expresidente han sido despedidos.