La tenista polaca Iga Swiatek, la número uno de la WTA, perdió en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos frente a la local Jessica Pegula, que enfrentará en semifinales a la checa Karolina Muchova.
Pegula aprovechó una actuación inusualmente errática de Swiatek para batirla por 6-2 y 6-4 y clasificar por primera vez a unas semifinales de Grand Slam después de seis intentos fallidos.
“Había estado tantas veces aquí (cuartos de final) que no podía perder otra vez”, dijo una aliviada Pegula frente a los 20.000 aficionados de la pista central de Nueva York.
“Siempre perdía con grandes jugadoras, que luego ganaban los torneos, pero ya no sabía qué decir cuando me preguntaban”, recordó.
“¡Finalmente puedo decir que soy semifinalista! Y hacerlo en esta pista ante la número uno, es una locura”, celebró la hija del magnate Terry Pegula, dueño de los Buffalo Bills de la NFL,
Además de Pegula, la también estadounidense Emma Navarro competirá en la otra semifinal frente a la bielorrusa Aryna Sabalenka, todas ellas peleando por el trono que dejó vacante la joya local, Coco Gauff.
A sus 30 años, Pegula aprovechó esta vez su oportunidad ante Swiatek que, a los 23, posee cinco títulos de Grand Slam, uno de ellos logrado esta campaña (Roland Garros).
En Nueva York, último ‘Major’ del calendario, Swiatek casi nunca ha mostrado su mejor versión y sólo superó los cuartos de final en la edición de 2022, en la que salió campeona.
Pegula, en cambio, se presentó en este US Open en un momento espectacular de forma después de que en agosto conquistara el título WTA 1000 de Toronto y fuera finalista en el de Cincinnati.
Swiatek arrancó el partido con un tenis irreconocible. Acostumbrada a mandar en los partidos, a la polaca se le fue torciendo el gesto al comprobar cómo le traicionaba su servicio y Pegula le quebraba en el primer juego del partido.
Swiatek, que sólo acertó con el 36% de sus primeros saques, permitió un segundo ‘break’ con una doble falta y se vio 4-0 abajo ante una Pegula que mostraba la consistencia que solía faltarle en estas alturas.
La jugadora local se anotó el primer set en 37 minutos bajo los aplausos de una tribuna que este miércoles tuvo como invitada de excepción a la reina de la gimnasia Simone Biles.
Swiatek regresó de la pausa con un cambio de vestuario y de mentalidad para evitar una nueva decepción en Flushing Meadows, después de la del año pasado en octavos frente a Jelena Ostapenko.
La polaca reaccionó ante un quiebre temprano de Pegula pero sus problemas al servir persistían y su rival le quebró en un séptimo juego a cara de perro para zanjar su mayor triunfo en un gran escenario.