La estadounidense Masai Russell consiguió el oro en los 100 metros vallas, este sábado en París, destronando en la final a la puertorriqueña Jasmine Camacho-Quinn, que se quedó con el bronce.
Russell, mediática ‘influencer’ de 24 años, consigue así el mayor éxito de su carrera tras recorrer la línea recta con vallas en 12 segundos y 33 centésimas, mientras que la francesa Cyrena Samba-Mayela fue plata con 12.34 y Camacho-Quinn finalizó tercera con 12.36.
Estos Juegos de París-2024 suponían el debut olímpico para Russell, que en el Mundial de Budapest del año pasado no pudo terminar.
Camacho-Quinn, que partía como gran candidata a revalidar su corona, se quedó con un bronce que puede saberle a poco.
Desde que irrumpiera a lo grande entre las figuras de su prueba al ganar el oro de esta distancia en los Juegos de Tokio-2020 se le resisten los títulos en las grandes citas, donde acumula podios, en cualquier caso.
En los Mundiales de 2022 y 2023 fue bronce y plata, respectivamente, y ahora regresa al tercer escalón.
La composición del podio en París-2024 estuvo acompañado de suspense por la gran igualdad de las competidoras en su entrada en meta, por lo que hubo que esperar a la oficialización de los cronos para conocer el orden entre las tres primeras.
Camacho-Quinn, nacida en Charleston (Carolina del Sur, Estados Unidos) pero que defiende los colores del país de origen de su madre, dio a Puerto Rico su primera medalla olímpica en París-2024 y la undécima de su historia.
Hasta ahora, ningún deportista de la isla había conseguido sumar más de un metal olímpico.
Más de la mitad de las medallas olímpicas históricos del país fueron en boxeo -seis de las once-. En atletismo, antes de las dos firmadas por Camacho-Quinn, solo Javier Culson había logrado llevar a Puerto Rico a un podio en los Juegos, con su bronce de 400 metros vallas en Londres-2012.
La nigeriana Tobi Amusan, plusmarquista de la prueba, y la vigente campeona mundial, la jamaicana Danielle Williams, habían quedado eliminadas por sorpresa en las semifinales.
Esta final permitió además que los aficionados franceses festejaran su primera medalla en el atletismo, gracias a esa plata de Cyrena Samba-Mayela, ya en el penúltima día de estos Juegos Olímpicos, donde el anfitrión ha brillado en líneas generales pero ha sido casi invisible en la pista violeta del Estadio de Francia.