El capitán de la selección francesa de fútbol, Kylian Mbappé, desmintió que se hubiera negado a participar el año pasado en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París por no ser el último portador de la llama.
El miércoles, la publicación francesa Le Canard Enchaîné había publicado que Mbappé declinó la propuesta de los organizadores de ser el relevista enmascarado de la ceremonia porque consideraba ese papel menos protagonista que el del último portador de la llama justo antes del encendido del pebetero, un honor que fue para el judoca Teddy Riner y para la exatleta Marie-José Pérec, dos iconos del deporte francés.
“Creo que han olvidado decir que quería ser también la base de la selección francesa de básquet”, ironizó Mbappé en la red social X.

“Simplemente estaba tranquilo de vacaciones en la otra parte del mundo. No había ninguna razón para ser portador de la llama porque no tengo ninguna historia con los Juegos Olímpicos”, añadió.
Mbappé quiso durante meses formar parte de la selección francesa de fútbol participante en esos Juegos de París, pero semanas antes del evento fichó por el Real Madrid, que no le dio permiso para ello.
El sábado se festejará en París el primer aniversario de la apertura de los Juegos Olímpicos, con distintos actos junto al río Sena, que fue el eje central de aquella ceremonia de inauguración que concluyó con Céline Dion cantando el “Himno al amor” de Edith Piaf desde uno de los pisos de la Torre Eiffel.