La eliminación de Honduras del proceso clasificatorio al Mundial 2026 sigue generando repercusiones. El extremo del Olimpia, José Mario Pinto, reveló públicamente que su escasa participación en la fase final de las eliminatorias se debió a una decisión técnica que lo discriminó por no jugar en el extranjero.
“Fui marginado porque no soy legionario”, declaró Pinto en entrevista con medios locales, asegurando que en varias ocasiones ni siquiera fue uniformado pese a estar convocado. El futbolista lamentó que, a pesar de su rendimiento en la Liga Nacional, no se le brindara la oportunidad de demostrar su nivel en partidos decisivos.
El sueño mundialista de Honduras terminó abruptamente al quedar fuera incluso del repechaje de la Concacaf, un fracaso que provocó la salida del entrenador colombiano Reinaldo Rueda. La Bicolor no logró superar selecciones como Haití y Curazao, lo que fue catalogado como un duro golpe para el fútbol hondureño.
Pinto, de 28 años, ha sido figura constante en Olimpia, donde ha conquistado múltiples títulos nacionales y ha destacado en torneos internacionales. Su denuncia abre el debate sobre el trato a los jugadores locales frente a los legionarios, un tema recurrente en el fútbol hondureño.
La afición y analistas deportivos han reaccionado con críticas hacia la gestión técnica, señalando que la exclusión de talentos nacionales pudo haber debilitado al equipo en momentos clave. “No se puede menospreciar a quienes juegan en Honduras, porque también tienen calidad y compromiso”, opinó un exseleccionado.
Con la salida de Rueda, la Federación Nacional Autónoma de Fútbol de Honduras (Fenafuth) deberá definir un nuevo proyecto rumbo al futuro, en el que voces como la de Pinto reclaman mayor equidad y reconocimiento para los jugadores que militan en la Liga Nacional.