Tres jueces de instrucción griegos comenzaron este viernes los interrogatorios a una decena de personas acusadas de la muerte de un joven aficionado del club de fútbol AEK Atenas.
Michalis Katsouris, de 29 años, murió tras ser apuñalado durante los enfrentamientos violentos en la noche del lunes entre los ultras del club croata Dinamo Zagreb y del AEK, cerca del estadio griego en Nea Filadelfeia, barrio al oeste de Atenas.
El drama tuvo lugar la víspera de un partido de la fase previa de la Liga de Campeones, aplazado por la UEFA al 19 de agosto.
Más de un centenar de aficionados, la mayoría croatas sospechosos de estar vinculados a los Bad Blue Boys, los hinchas violentos del Dinamo Zagreb, fueron detenidos el martes y acusados el miércoles de homicidio y participación en organización criminal, según una fuente judicial.
Los interrogatorios deberían terminar el domingo por la noche, según los medios de comunicación.
La muerte de Katsouris dejó a Grecia en shock, donde la violencia marca a menudo los partidos de fútbol.
La policía detuvo el jueves por poseer dos cuchillos a siete rumanos, supuestos hinchas de un club de su país, que fueron condenados el viernes a un año de cárcel con suspensión de pena y una multa de 1.000 euros (1.096 dólares) cada uno por porte ilegal de armas, según una fuente judicial.
Según la policía, tenían intención de asistir al partido de fase previa de la Champions el jueves en El Pireo, cerca de Atenas, entre el equipo griego Olympiakos Piraeus y el belga Genk.