La selección de la República Checa empató este sábado contra Georgia (1-1) en Hamburgo un partido del grupo F de la Eurocopa marcado por la falta de eficacia de los primeros.
Con este resultado, los georgianos y los checos conservan sus opciones de clasificarse para los octavos de final, al menos como mejores terceros del grupo F, del que también forman parte Portugal y Turquía, ambos con una victoria, que se enfrentan a partir de las 16H00 GMT.
El conjunto de Ivan Hasek dominó con claridad el encuentro y dispuso de múltiples ocasiones, pero se vio frenado por las numerosas paradas del portero georgiano Giorgi Mamardashvili, que juega en el Valencia.
Tras haber perdido (2-1) en su debut en el torneo ante Portugal, los checos no podían permitirse una segunda derrota y empezaron cercando en su área a una defensiva Georgia.
Los nervios de los hombres de Hasek aumentaron tras un gol anulado en el 23 a Adam Hlozek, delantero del Bayer Leverkusen.
Tras consultarlo en el VAR, el árbitro lo anuló, ya que el balón rebotó en el brazo del jugador checo.
La ley no escrita del fútbol dice que quien perdona lo acaba pagando y así sucedió cerca del descanso con un penalti a favor de los georgianos después de un lanzamiento de falta de su estrella, Kvicha Kvaratskhelia, que rebotó en el brazo de un rival.
George Mikautadze aprovechó la pena máxima en el 45+4 y marcó su segundo gol en esta Eurocopa.
Una derrota dejaba a República Checa al borde de la eliminación. Pero evitó ese escenario gracias a un gol del ariete Patrick Shick.
El atacante del Bayer Leverkusen, vigente campeón de la Bundesliga, aprovechó un remate al palo de su compañero Ondrej Lingr y no perdonó en el 59.
Los checos dispusieron de múltiples ocasiones durante la media hora final, pero no lograron marcar.
También tuvo una clara ocasión Georgia al final del encuentro, pero la falló Saba Lobjanidze, que había sustituido a Kvaratskhelia.