Un tribunal de apelación en España confirmó la condena contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, por haber besado sin consentimiento a la jugadora Jenni Hermoso durante la premiación del Mundial Femenino de 2023.
La Audiencia Nacional ratificó la sentencia dictada en febrero, que impone a Rubiales una multa de 10.800 euros y le prohíbe acercarse o contactar a la futbolista durante un año.
El tribunal consideró acertada la calificación de “agresión sexual”, concluyendo que el beso, ocurrido en un contexto oficial y sin consentimiento, tuvo una connotación sexual clara.
Rubiales, de 47 años, alegó que su acción no tuvo intención sexual, pero la corte desestimó su argumento al considerar que no fue un gesto ni habitual ni apropiado para la ocasión.

Su abogada ya anunció que recurrirá al Tribunal Supremo.
Además, se ratificó la desestimación del delito de coacciones. Jenni Hermoso había apelado solicitando que se condenara también a Rubiales y a tres exdirigentes de la RFEF por presionarla para restar importancia al hecho, pero el tribunal mantuvo que no hubo violencia ni intimidación suficiente para tipificar esa conducta como delito.
El caso se remonta al 20 de agosto de 2023 en Sídney, luego de la histórica victoria de España en la Copa Mundial Femenina.
El beso no solicitado de Rubiales generó una ola global de indignación, que derivó en su suspensión por parte de la FIFA y fuertes presiones desde diversos sectores, incluido el Gobierno español. Aunque resistió durante semanas, finalmente presentó su renuncia en septiembre de ese año.
La sentencia se mantiene como símbolo de que el consentimiento es indispensable, incluso en escenarios de celebración pública, y refuerza el precedente judicial en casos de agresiones sexuales en el ámbito deportivo.