El Estadio Francisco Morazán fue escenario de una noche cargada de tensión, ritmo y nervio.
El Olimpia, herido por las dudas recientes pero sostenido por su jerarquía, logró una victoria sufrida pero valiosa: 1-0 ante Real España, gracias a la solitaria anotación de Jorge Benguché, el hombre que volvió a aparecer cuando más se le necesitaba.
El tanto, convertido al filo del descanso, terminó siendo suficiente para que el León diera un paso firme en la primera triangular del Torneo Apertura 2025-2026.
El partido arrancó con un Real España agresivo, decidido a imponer condiciones desde los primeros minutos. Apenas al 3’, Édrick Menjívar tuvo que intervenir para desactivar un centro venenoso, mientras la Máquina explotaba con insistencia el sector derecho.
El ritmo era eléctrico: faltas tácticas, transiciones rápidas y un ambiente que empujaba a ambos equipos a no guardarse nada.
Olimpia, dirigido por Eduardo Espinel, apostó por una alineación atrevida, con Clinton Bennett y Kevin Güity como titulares, una decisión que sorprendió pero terminó siendo clave para sostener el orden defensivo del equipo. Real España, por su parte, resentía la ausencia de Jhow Benavídez, expulsado en la jornada anterior.
El momento decisivo llegó al 48’, cuando el joven Bennett despejó un balón en su área, Michaell Chirinos tomó la pelota y lanzó un pase quirúrgico para Benguché. “El Toro” aceleró, dejó atrás a la defensa aurinegra y definió con frialdad ante Luis “Buba” López, firmando el primer gol de la triangular hondureña.
El segundo tiempo fue un ejercicio de resistencia. Olimpia se replegó con orden, cerró líneas y apostó por el contragolpe. Real España buscó con insistencia, pero la zaga blanca respondió con oficio y Menjívar se mantuvo firme bajo los tres palos.
Cuando el árbitro pitó el final, el León celebró más que tres puntos: celebró carácter, disciplina y la sensación de que el camino hacia la final está más cerca.