La llegada de la estrella brasileña Neymar al PSG, desde el Barcelona, provocó en 2017 un sismo en el mercado de fichajes, pero la justicia francesa investiga ahora el traspaso más caro de la historia del fútbol por presuntos favores fiscales.
Investigadores registraron el lunes el ministerio de Finanzas, en presencia de dos jueces de instrucción, en el marco de un caso “vinculado con el PSG por corrupción y tráfico de influencias”, indicó una fuente judicial.
Los registros, revelados el jueves por el medio Mediapart, se inscriben en una investigación iniciada en septiembre de 2022 sobre las tácticas de influencia atribuidas al exdirector de comunicación del club parisino, Jean-Martial Ribes, de 57 años.
Ribes, imputado el 1 de diciembre por una serie de delitos, es sospechoso de haber utilizado su cargo para obtener información sensible para el Paris Saint-Germain (PSG), a cambio de regalos como entradas para partidos del club de la capital.
La justicia se interroga si Hugues Renson, exdiputado de la alianza del presidente francés, Emmanuel Macron, intentó obtener “ventajas fiscales” para el PSG, presidido por el catarí Nasser Al Khelaifi, durante el traspaso de Neymar desde el Barcelona.
La operación de 222 millones de euros (240 millones de dólares al cambio actual) se convirtió en el traspaso más caro de la historia del fútbol y la prensa en Francia la acogió entonces con críticas sobre su “desmesura”.
La llegada de Neymar al PSG, tras sus fracasos en Liga de Campeones, se percibió también como un golpe de comunicación para Catar, que le permitía aumentar su visibilidad en el mundo y su “poder blando” a través del deporte.
El pasado agosto, el delantero brasileño de 31 años puso fin a su aventura parisina, tras años marcados por lesiones y asuntos extradeportivos, rumbo al equipo saudita Al Hilal. En octubre se lesionó de gravedad una rodilla y estará varios meses de baja.
– BENEFICIOS –
El registro del lunes se centró en los servicios de la Dirección General de Finanzas Públicas (DGFIP), dirigida hasta hace poco por Jérôme Fournel, actual director de gabinete del ministro del ramo Bruno Le Maire.
En un informe enviado el 21 de noviembre a un juez instructor, consultado por la AFP, los investigadores apuntan a un posible “tráfico de influencias” por parte de Renson, delito penado con hasta 10 años de prisión.
Según este informe que repasa 10 años de mensajes de telefonía de Ribes, el ex director de comunicación del PSG solicitó “sin lugar a dudas (…) los servicios” del también exvicepresidente de la Asamblea Nacional.
A cambio, Renson, que ahora trabaja para la compañía eléctrica EDF, “se benefició de numerosas entradas para partidos” del PSG, así como otras ventajas, también durante el periodo en el que fue diputado (2017-2002).
El 24 de julio de 2017, el flamante diputado afirma que elevó un “asunto PSG” –posiblemente la fiscalización del traspaso– a Gérald Darmanin, entonces ministro de Cuentas Públicas y actual titular de Interior.
Darmanin, un peso pesado del gobierno actual, “considera que está bien (…) Lo que importa es que se presenten los documentos que hemos mencionado”, escribe a continuación a Ribes.
Entonces, el ministro se alegró públicamente de “los impuestos que Neymar [podría] pagar en Francia” y aseguró que sus servicios analizarían el montaje financiero del traspaso.
El 3 de agosto de 2017, se alcanzó y anunció el histórico acuerdo.
Un día después, “Renson le da las gracias a Ribes”, según el informe, en referencia a que sus hijos acompañaron a los jugadores del PSG antes de un partido en el Parque de los Príncipes.
Según una fuente cercana a la negociación, “no hay nada malo en que una empresa se dirija a un gobierno para discutir el tratamiento fiscal de una transacción importante”.