No hay dos sin tres: por tercera vez esta temporada, el Nápoles entra en un parón internacional después de una derrota en su cancha y se acumulan las preguntas sobre el futuro de su entrenador Rudi Garcia, después de su revés contra el Empoli (1-0) el domingo en la 12ª jornada.
A principios de septiembre, la Lazio se impuso por 2-1 en el estadio Diego Armando Maradona. A principios de octubre, la Fiorentina derrotó al vigente campeón ante su público por 3-1.
En esta ocasión, la derrota llegó contra el Empoli, que antes de la 12ª jornada ocupaba la penúltima posición de la clasificación y que escaló al decimoséptimo puesto.
Bajo una fuerte lluvia, el ucraniano Viktor Kovalenko anotó el único gol del partido en el tiempo añadido (90+1), que dejó estupefactos y furiosos a los ‘tifosi’ napolitanos.
Cuatro días después del empate también en su estadio contra Unión Berlín en Liga de Campeones (1-1), que llegaba a Nápoles tras encajar 12 derrotas consecutivas, Garcia intentó un golpe de efecto que no funcionó.
Efectuó cuatro cambios, dejando al georgiano Khvicha Kvaratskhelia en el banquillo entre otros. Además, su guardameta titular Alex Meret se lesionó durante el calentamiento y tuvo que ser reemplazado por Pierluigi Gollini.
Pero sin Kvaratskhelia ni Victor Osimhen, lesionado desde hace tres semanas, Nápoles palideció contra Empoli, que ya tuvo la única ocasión de la primera parte, un disparo de Nicolo Cambiaghi (35) desviado a saque de esquina por Gollini.
La entrada de Kvaratskhelia, en el minuto 54, devolvió la esperanza a los ‘tifosi’ napolitanos, pero el atacante georgiano se topó con el guardameta de Empoli, el albanés Etrit Berisha (60, 79 y 89). Cuando el partido parecía encaminado a un empate con sabor a derrota para los napolitanos, el gol de Kovalenko cayó como un jarro de agua fría.
– Baile de nombres –
Un mes después de un parón internacional plagado de rumores sobre la salida del entrenador Rudi García y su eventual reemplazo por Antonio Conte, este mes de noviembre se anuncia agitado en Nápoles.
Después del partido, el club anunció que ni Garcia ni ningún jugador comparecería ante los medios el domingo.
Sentado en las tribunas, el omnipresente presidente y propietario del Nápoles Aurelio de Laurentiis siguió el partido sentado junto al exinternacional Fabio Cannavaro, cuya carrera de entrenador está tardando en despegar.
El próximo partido del Nápoles será el próximo 25 de noviembre en el campo del Atalanta, lo que significa que De Laurentiis tiene trece días para revolucionar su club.
Precisamente el Atalanta (5º) protagonizó otro de los partidos del día en Italia, con un agónico empate 1-1 en el terreno del Udinese (16º), gracias a un tanto del brasileño Ederson en el descuento final (90+2).
El Atalanta se acerca a un punto del Nápoles al quedar con 20 unidades, las mismas que tiene la Fiorentina (6ª), que venció 2-1 en casa al Bolonia (7º), que queda con 18 puntos.
El gol de la victoria de la Fiorentina lo firmó, de penal en el 48, el argentino Nicolás González.