Un año después de ser deportado por no estar vacunado contra el covid, el serbio Novak Djokovic regresa como gran favorito al Abierto de Australia, del que se despidió en primera ronda la hispanovenezolana Garbiñe Muguruza.
Con 21 Grand Slams en su haber, el serbio de 35 años confía en llevarse un décimo título en su torneo predilecto para igualar el récord de 22 grandes del español Rafael Nadal y recuperar el número 1 de la ATP, en manos del también español Carlos Alcaraz, ausente por lesión.
Como no podía ser de otra manera, el regreso de “Nole” se producirá en sesión nocturna en la pista central Rod Laver Arena, con el español Roberto Carballés (N. 75 del ranking) con la difícil misión de aguar la fiesta del serbio.
Detenido, encerrado en un centro de migrantes y deportado hace un año, Djokovic volvió a Australia haciendo borrón y cuenta nueva: “Si guardara rencor, si no fuera capaz de superarlo, no estaría aquí”, declaró en rueda de prensa antes del torneo.
Y lo mismo hizo la afición local que, en general, le ofreció una cálida bienvenida.
“No soy seguidor de Djokovic, pero no puedes negar su genio”, dijo entre los espectadores Rob. “En términos de lo que pasó el último año, está literalmente en el pasado”, añadió su amigo Tom.
– Choques de alto nivel –
Después de una primera jornada con victorias de los principales favoritos, empezando por Nadal o la número uno del mundo polaca Iga Swiatek, algunos nombres destacados del circuito caerán el martes en choques de alto nivel en primera ronda.
El primero fue el austríaco Dominic Thiem, ganador del Open de Estados Unidos en 2020, que en su progresivo retorno al circuito tras varios problemas físicos no pudo con el ruso Andrey Rublev, número 6 del mundo, que le ganó por 6-3, 6-4, 6-2.
Otro plato fuerte de la jornada será el duelo entre el italiano Matteo Berrettini, semifinalista el año pasado, y el ex número uno del mundo escocés, Andy Murray.
Después de su grave lesión de tobillo en la semifinal del último Roland Garros, el campeón olímpico alemán Alexander Zverev regresa a un Grand Slam ante el peruano Juan Pablo Varillas.
Además, el noruego Casper Ruud (N. 3) iniciará contra el checo Tomas Machac su andadura hacia un eventual primer Grand Slam tras las dos finales perdidas de 2022.
– Prohibición de banderas rusas –
En el cuadro femenino, Garbiñe Muguruza, campeona en Wimbledon y Roland Garros, continuó con la racha aciaga de la temporada pasada cuando se hundió hasta el puesto 73 de la clasificación WTA.
Dominante por momentos, los errores no forzados y la falta de ritmo después de tres meses sin jugar condenaron a Muguruza a la derrota por 3-6, 7-6 (7/3), 6-1 después de 2 horas y media de partido.
La española de 29 años, que terminó con calambres en las piernas en la última manga, llegó a sacar para el partido con 6-5 en el segundo set, pero no supo decidir y después se vino abajo en el tie-break.
Con Swiatek o las estadounidenses Jessica Pegula (N. 3) y Coco Gauff clasificadas el lunes, el resto de favoritas no fallaron.
La francesa Caroline Garcia (N.4) pasó por encima de la canadiense Katherine Sebov (6-3, 6-0) y la bielorrusa Aryna Sabalenka (N. 5) despachó a la checa Tereza Martincova 6-1, 6-4.
Por la noche, antes de Djokovic, entra en acción en la Rod Laver la tunecina y número 2 del mundo Ons Jabeur, que aspira a ser la primera africana en ganar un Grand Slam.
En lo extradeportivo, la guerra en Europa salpicó el torneo, después de una queja del embajador ucraniana por la exhibición de una bandera rusa en las gradas durante un partido de la primera jornada entre dos jugadoras de los países en conflicto.
En respuesta, la federación australiana de tenis anunció el martes la prohibición de las banderas de Rusia y también Bielorrusia, país aliado del Kremlin, dentro del recinto del Abierto de Australia.
“La prohibición es efectiva de inmediato”, agregó.