Con 10 hombres desde los 44 minutos por la expulsión de Luis Advíncula, Perú sacó un meritorio empate 0-0 de Paraguay en la apertura este jueves de la eliminatoria sudamericana para el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá en 2026.
Los incaicos se plantaron en Ciudad del Este, se salvaron de las arremetidas de los guaraníes y hasta pudieron haber ganado en el último minuto cuando Paolo Guerrero estrelló una pelota en el travesaño del casi inactivo portero albirrojo Carlos Coronel.
La impotencia y la desesperación se apoderaron de los paraguayos, que fueron aplaudidos al término del primer tiempo por sus ocasiones desperdiciadas pero silbados al final del encuentro por el contraste del empate con sabor a derrota.
Los peruanos soportaron a duras penas el ramalazo albirrojo en el primer tiempo pero perdieron al más influyente de la zaga, Luis Advíncula, expulsado a los 44 minutos por doble amonestación, secuela de la ciclópea defensa ejercida para evitar la caída de su arco.
Con gran despliegue físico en el medio campo, la ofensiva guaraní generó peligrosos ataques que merecieron la conquista.
Un remate en el palo del defensa Gustavo Gómez, otro del volante Diego Gómez, uno más de Miguel Almirón, todos en el primer tiempo, impidieron el triunfo guaraní.
– Palos y más palos –
Los locales fueron favorecidos inclusive con la expulsión de Advíncula, un factor clave de su equipo.
A los 15, el jugador de Boca Juniors rebanó al delantero Ramón Sosa (Talleres de Córdoba) para detener su carrera hacia el área. Del tiro libre, Diego Gómez, compañero de Messi en el Inter de Miami, exigió al portero Pedro Gallese quien mandó la pelota al córner.
A los 22 minutos, el delantero Gabriel Avalos remató de zurda y su disparó pegó en el palo izquierdo de Gallese.
Sosa, la pesadilla de los peruanos, forzó una nueva amonestación, esta vez para Miguel Araújo, que tacleó al movedizo atacante albirrojo cuando se proyectaba veloz por la izquierda, a los 25 minutos.
Los paraguayos reclamaron un minuto después una falta penal de Advíncula que el árbitro uruguayo Andrés Matonte no sancionó.
En otro ataque, Sosa remató por el palo y del rebote, un contragolpe de los incaicos por poco se traduce en conquista de Andy Polo. Su remate cruzado, de izquierda a derecha, se fue por centímetros afuera.
A los 28, el defensa de Paraguay Robert Rojas se perdió una oportunidad magnífica al quedar solo frente al arco y rematar afuera.
Los paraguayos no cejaron en su avance incontenible. A los 34, Miguel Almirón exigió al portero Gallese y el defensa Araújo mandó el balón al córner.
A los 44 se produjo la expulsión de Advíncula por una segunda falta contra Sosa. En la incidencia fue amonestado Paolo Guerrero por protestar.
Del tiro libre, Diego Gómez estrelló otra pelota en el travesaño.
– Cerrojo incaico –
Para el segundo tiempo, el técnico peruano Juan Reynoso mandó al campo de juego a Aldo Corso, Wilder Cartagena y Marcos López en sustitución de Miguel Araújo, Christofer González y André Carrillo en una estrategia para ponerle candado a su defensa.
Con estas sustituciones, los incaicos balancearon su inferioridad numérica con la suma de la gran habilidad de varios de sus jugadores.
Cuando se le acababan los argumentos a los albirrojos locales, por fin el DT cambió a Diego Gómez para permitir el ingreso de Alejandro Romero, a los 65 minutos.
Almirón se perdió la apertura cuando remató por el portero Gallese a los 67 tras recibir un pase del hombre de refresco, Romero, por el sector derecho.
Paraguay se quedó y su público silbó a su DT por la falta de recambio en su desgastado ataque, que favoreció las aspiraciones de su rival.
A los 76, Gallese volvió a salvar su arco al tapar un cabezazo a quemarropa de Balbuena tras un córner de Sosa.
Los últimos minutos develaron desesperación e impotencia en los jugadores guaraníes. Mathias Villasanti lanzó arriba y afuera de larga distancia. Lo mismo hizo Almirón.
Los peruanos no cejaron en una marca implacable para repeler la ofensiva albirroja.
A los 86, Paolo Guerrero sorprendió con un remate de larga distancia que se estrelló en el travesaño.
En la réplica, Romero y Carlos González estrellaron, cada uno a su turno, la pelota en el palo, a los 87.
La fortuna favoreció a los incaicos cuando en el descuento se acalambró Almirón, producto de su intenso despliegue físico.