Claudia Martínez una goleadora imparable

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ASUNCIÓN, Paraguay. — Con solo 17 años, la joven paraguaya Claudia Martínez ha llegado con fuerza y pasión a la escena del fútbol regional.

En su debut en la Copa América femenina 2025, la goleadora del Olimpia conquistó corazones, dejando huella con una actuación que la ha catapultado al centro de atención y le ha ganado el cariñoso sobrenombre de “la máquina goleadora”.

Con un ascenso meteórico en el torneo, Martínez ha marcado seis goles en apenas cuatro partidos, lo que la convierte en la máxima artillera del torneo, que concluirá este sábado. Su talento y determinación le han valido no solo reconocimiento, sino también una presencia imparable en el corazón del fútbol paraguayo.

Cada vez que le llaman “la máquina goleadora”, la joven mira con una sonrisa tímida y una expresión de incredulidad.

 En su rostro todavía se reflejan las emociones de una hazaña que, para ella, parece increíble — especialmente considerando que es su primera participación en el torneo más importante de selecciones femeninas en la región.

“Es un orgullo muy grande y me siento muy feliz”, confesó Claudia, quien representa al Olimpia de Paraguay y a una nueva generación de futbolistas que emergen con fuerza en el continente.

EL APODO

El sobrenombre, que ahora se ha hecho familiar en el mundo del fútbol, surgió de Noelia Barrios, la coordinadora general de selecciones femeninas de Paraguay. “Fue algo que vino de Noe, fue el apodo que ella me dio y es un apodo muy cariñoso”, explicó la joven atacante.

En su club, la llaman simplemente “Claudinha”, un diminutivo que refleja el afecto y admiración de su entorno cercano. Y en las redes sociales, su club ha anunciado con orgullo que ampliará su contrato hasta 2027, reconociéndola como “una de las referencias” del fútbol paraguayo en la actualidad.

Con su talento en constante ascenso y su mentalidad firme, Claudia Martínez se proyecta como una figura que trasciende fronteras. El torneo, que empieza a despedirse, ha puesto en evidencia que esta “chiquitita” tiene mucho para dar y promete dar aún más en los próximos años.

Su historia inspira a jóvenes futbolistas y reafirma que, con pasión y esfuerzo, los sueños pueden hacerse realidad en el fútbol — independientemente de la edad o la historia personal.