Catar, país anfitrión y vigente campeón, se clasificó a la final de la Copa de Asia al eliminar a Irán (3-2) al término de un partido plagado de alternativas, este miércoles en Doha.
Los cataríes, campeones en 2019, tratarán de alzar un segundo título continental consecutivo, esta vez de la mano de su técnico español ‘Tintín’ Márquez, el sábado ante Jordania, que dio la sorpresa el martes al derrotar a Corea del Sur (2-0) en la otra semifinal.
Fue por tanto un partido palpitante que habría podido caer tanto de un lado como del otro, como da muestra el poste que rechazó en el tiempo añadido un último intento del capitán iraní Alireza Jahanbakhsh.
El ‘Team Melli’ deberá pues esperar para reencontrarse con su gloria pasada y ya bastante lejana. Desde los títulos de 1968, 1972 y 1976 Irán no volvió a disputar la final.
Y eso que los iraníes se adelantaron con gol de su delantero centro Sardar Azmoun en el minuto 4.
Pero después de un primer cuarto de hora de sentido único, en el que la estrella iraní Mehdi Taremi falló un uno contra uno (12), Catar dio vuelta a la situación.
Su icónico delantero Akram Afif dio primero un pase de gol a Jassem Gaber (17). Después adelantó a los suyos poco antes de la pausa (43).
A la vuelta de vestuarios el VAR mostró una mano del catarí Ahmed Fathi en el área y al capitán Alireza Jahanbakhsh no le tembló el pulso para convertir el penal (51).
Irán recuperó el dominio en el juego, pero falló en el último remate, como fueron los casos de Mehdi Taremi o de Sardar Azmoun.
Y Catar no perdonó. Ali Almoez (82), al límite del fuera de juego, aprovechó el rechace de un disparo de Abdulaziz Hatem para establecer el definitivo 3-2 en el minuto 82.
Pese a quedarse con un hombre menos en los últimos minutos con la expulsión de Khalilzadeh, Irán quemó todas sus naves en los 13 minutos de tiempo añadido, pero el resultado no se movería.