Brasil, con Bea y sus boxeadoras, dominó sobre el ring de los Juegos Panamericanos

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Hace mucho tiempo quedó atrás el garaje donde Beatriz Soares Ferreira se puso los guantes por primera vez. Brasil, con Bea y sus boxeadoras, dominó sobre el ring de los Juegos Panamericanos de Santiago-2023. 

El gigante sudamericano viajó con seis mujeres en el equipo de boxeo panamericano y todas ellas vuelven a casa con medallas.

Bea Ferreira (60 kg), Barbara Dos Santos (66 kg), Caroline De Almeida (50 kg) y Jucelien Cerqueira (57 kg) ganaron oros, Tatiana Chagas (54 kg) conquistó plata y Vivian Dos Santos Pereira (75 kg) se quedó con bronce. Cinco de ellas, las cinco primeras, estarán en los Juegos Olímpicos de París-2024. 

“Creo que habrá mucho oro aquí”, dijo el viernes la subcampeona olímpica Ferreira tras ganar su final, con una pañoleta con la bandera de Brasil que siempre lleva al competir.

Ella ganó en los anteriores Juegos Panamericanos, Lima-2019, el único oro brasileño en el cuadrilátero. 

Pero ya no está sola… 

“Estamos consiguiendo expresarnos mejor dentro del ring, tener más confianza y demostrarlo llevándonos victorias, por supuesto”, analiza Ferreira, de 30 años, a raíz de la gran actuación de Brasil en los Panamericanos, con nueve púgiles en las trece finales boxísticas femeninas y masculinas.

En total, entre mujeres y hombres, el país ganó cuatro oros, cinco platas y tres bronces.

Cuba, que tradicionalmente ha tenido en el boxeo a su ‘Buque Insignia’, bajó en contraste de ocho a dos preseas doradas, ganadas por sus dos ases de los cuadriláteros: los dos veces campeones olímpicos Julio César La Cruz y Arlen López. La mayor de Las Antillas sumó, además, una plata un un bronce.

– Nuevos tiempos –

Bea Ferreira comenzó en el boxeo en el garaje de la casa familiar, en Salvador (noreste de Brasil), donde su padre, Raimundo Oliveira Ferreira, ‘Sergipe’, fundó una escuela para boxeadores de bajos recursos.

Allí ella empezó a juguetear siendo una niña, con el aval de Sergipe, quien peleó como amateur y profesional entre las décadas de 1990 y el 2000.

Los días de las cocheras son pasado.

“El entrenamiento (de hombres y mujeres) es el mismo y las muchachas tienen muchas ganas”, expresó Soares Ferreira. “Nunca antes habíamos tenido un equipo completo en femenino. Siempre hubo mucho más equipo masculino, siempre hubo un equipo masculino completo, y las mujeres éramos tres o cuatro. Esta vez no, esta vez es un equipo completo en ambos géneros (…). Hay mucho más material humano”.

El boxeo estuvo prohibido por ley para las mujeres en Brasil entre 1941 y 1979, junto a otros deportes como el fútbol, la halterofilia o el rugby.

Cuba, en contraste, mantuvo el veto a atletas femeninas en el ring hasta finales del año pasado… Son más de cuatro décadas de trabajo de diferencia.

Ferreira buscará oro en París-2024 después de haber ganado plata en Tokio-2020. Será, avisa, el final de su carrera en competencias del ciclo olímpico.

Más allá de su futuro personal, cree que el futuro de Brasil en el boxeo es brillante.

“Hay mucha gente buena, mucha gente nueva, que está adquiriendo mucha experiencia (…). Brasil estará bien representado”.