Boca Juniors sufrió en Miami una amarga derrota 2-1 contra el Bayern Múnich, clasificado para octavos de final del Mundial, tras un partido valiente del club argentino que tuvo el empate a tiro hasta el tramo final.
Con un Hard Rock Stadium tomado por la afición boquense, el Xeneize luchó y se repuso a un tanto tempranero del delantero del Bayern Harry Kane (18), hasta conseguir el empate con un golazo de Miguel Merentiel en el minuto 66.
Pero cuando Boca saboreaba el punto y miraba el reloj, el extremo Michael Olise acabó con la esperanza xeneize en el 83 y mandó a los bávaros a la siguiente ronda, rompiendo el invicto que traían los clubes suramericanos frente a los europeos en el Mundialito.
“El empate hubiera caído bien, hubiera caído bárbaro, pero ahora nos toca seguir compitiendo”, dijo en rueda de prensa el técnico de Boca, Miguel Ángel Russo.
La primera hora del partido fue un monólogo del Bayern. El equipo alemán se paseaba con la pelota y atacaba con criterio ante un Boca que arrancó nervioso y errático, al punto que casi no pudo pisar la mitad de cancha rival.
Los alemanes buscaban una y otra vez al habilidoso Michael Olise por la derecha y éste encaraba, incansable, siempre peligroso. Una pesadilla para la defensa boquense.
El francés marcó un gol olímpico en el minuto 8, que luego el VAR anuló por un empujón de Serge Gnabry al portero xeneize, Agustín Marchesín.

Boca se cansaba persiguiendo el balón, en una noche con 29 grados, y no lograba morder como ante el Benfica.
Enfrente, los bávaros iban estrechando el cerco sobre la portería argentina, con un Harry Kane cada vez más participativo.
En su primera buena intervención, el delantero inglés encontró a Olise por la banda, pero el centro del extremo no tuvo rematador.
Poco importó. Tres minutos después, en el 18, el inglés adelantó a su equipo con un zurdazo desde dentro del área, tras aprovechar un mal despeje de la defensa azul y oro.
Los dirigidos por Vincent Kompany, desatados, estuvieron a punto de anotar el segundo un minuto después, pero al extremo Kingsley Koman le faltaron unos centímetros para empujar un centro raso de Gnabry.
Boca creaba muy poco y no inquietaba al campeón de la Bundesliga. Su primera aproximación, una falta tirada sin peligro por Carlos Zenón llegó en el minuto 31. Y en defensa seguía sufriendo más de la cuenta.
Marchesín salvó a los suyos poco antes del descanso al ganar su uno contra uno frente a Olise, lanzado perfectamente por Coman en la profundidad.
“Yo creo que nos costó mucho el primer tiempo principalmente porque tiramos mucho la pelota”, lamentó Russo tras el partido. “Después, cuando empezamos a jugar, provocamos un montón de situaciones”.