El FC Barcelona logró clasificarse a los octavos de final de la Copa del Rey tras vencer 0-2 al Deportivo Guadalajara, un rival de la tercera categoría que ofreció una actuación memorable en el Estadio Pedro Escartín.
Los goles de Andreas Christensen y Marcus Rashford en el tramo final evitaron una sorpresa mayúscula y permitieron al conjunto dirigido por Hansi Flick avanzar en un torneo que históricamente domina.
La información coincide con los reportes de medios internacionales que destacaron la dificultad del encuentro y el retraso inicial por motivos de seguridad.
El partido, que debió retrasarse hasta las 21:30 horas debido a problemas en una grada supletoria del estadio, comenzó con un Barcelona dominador de la posesión, pero incapaz de romper el sólido bloque defensivo del Guadalajara, que se mostró ordenado, intenso y sin complejos ante el vigente campeón de la Copa del Rey.
Durante más de 75 minutos, el equipo culé ofreció su versión más horizontal de la temporada, sin profundidad ni claridad en los últimos metros, según reseñaron crónicas deportivas españolas.
El héroe inesperado fue Christensen, quien abrió el marcador al minuto 77 con un certero cabezazo tras un tiro de esquina. El gol desató la tensión en el banquillo azulgrana y desmoronó la resistencia del conjunto local, que hasta ese momento soñaba con forzar la prórroga. Ya en el minuto 90, Marcus Rashford, con una gran maniobra individual, sentenció el encuentro y silenció las esperanzas del Pedro Escartín, tal como destacaron medios deportivos europeos.
A pesar de la derrota, el Deportivo Guadalajara se marchó ovacionado por su afición tras firmar un partido histórico ante uno de los gigantes del fútbol mundial. El Barcelona, por su parte, avanzó con más sufrimiento del esperado y con la certeza de que deberá mejorar si quiere revalidar el título.