Australia y Nueva Zelanda serán desde el 20 de julio las capitales del creciente fútbol de mujeres, cuando se inaugura en ambos países de Oceanía el mayor Mundial femenino de la historia, con Estados Unidos como favorito a revalidar el título.
Un total de 32 selecciones se darán cita hasta el 20 de agosto en 10 sedes de los dos países en busca del título mundial, al cual también aspiran las selecciones de Inglaterra, Alemania y España.
Será también la primera vez que el máximo torneo del fútbol femenino se disputa en dos países, y repartirá premios de 30.000 dólares a todas las jugadoras participantes. La prima se eleva a 270.000 para las integrantes del combinado ganador.
El aumento de premios otorgados por FIFA apunta a un esfuerzo por equiparar las condiciones del fútbol masculino y femenino, una de las grandes luchas de las mujeres en el deporte.
El torneo arrancará el 20 de julio con dos partidos de las selecciones anfitrionas: Nueva Zelanda contra Noruega en Auckland y Australia ante Irlanda en Sídney.
A lo largo de un mes, el mundo podrá observar en acción a veteranas consagradas que llegan a lo que podría ser su último Mundial, como la brasileña Marta, de 37 años, y la estadounidense Megan Rapinoe, quien tendrá 38 años para el torneo y que recientemente anunció su retirada al finalizar la presente temporada.
Junto a ellas debutarán promesas del fútbol femenino como la habilidosa colombiana Linda Caicedo, de 18 años y fichada por el Real Madrid.
El mundo iberoamericano estará representado por seis combinados nacionales, entre los que destaca España como una aspirante al título.
Sin embargo, el equipo de las españolas se vio envuelto en una crisis cuando 15 de sus integrantes renunciaron a la selección por fuertes pugnas con el entrenador Jorge Vilda.
Al final tres de estas 15 jugadoras volvieron a la selección, además de Alexia Putellas, la talentosa mediocampista señalada ampliamente como la mejor jugadora del mundo en la actualidad que regresa tras lesionarse de gravedad antes del Europeo-2022.
Brasil y Colombia llegan con equipos renovados que aspiran a dar la pelea en sus respectivos grupos en busca de avanzar a las fases siguientes.
Con expectativas menores aparecen Argentina, Costa Rica y Panamá.
Las panameñas son una de las ocho selecciones debutantes en un Mundial mayor para mujeres, junto a Haití, Irlanda, Filipinas, Marruecos, Portugal, Vietnam y Zambia.
– Las favoritas –
En la novena edición del torneo, el combinado de Estados Unidos llega con el récord de cuatro títulos en su haber, en las copas de 1991, 1995, 2015 y 2019, una marca sorprendente si se considera que los torneos femeninos comenzaron en 1991.
Las norteamericanas llegan a Australia y Nueva Zelanda con la expectativa de estirar esa marca con su quinta corona.
Estados Unidos presenta un equipo que combina a veteranas como la capitana atacante Alex Morgan y la legendaria Megan Rapinoe, con jóvenes rápidas y hábiles como Sophia Smith, Trinity Rodman y Alyssa Thompson.
“Nosotras queremos evidentemente entrar en la historia, eso sería formidable”, afirmó recientemente Alex Morgan sobre un eventual tercer título mundial consecutivo de Estados Unidos.
Tres combinados europeos emergen con opciones de disputar la hegemonía estadounidense.
Inglaterra, con su inesperado triunfo en la Eurocopa de 2022, se convirtió en aspirante a alcanzar la final de la mano de su estelar mediocampista Keira Walsh, del Barcelona.
Alemania, ganadora de los Mundiales de 2003 y 2007, llega con la base del equipo que alcanzó el subcampeonato de la Eurocopa 2022, aunque no contará con sus estrellas Giulia Gwinn y Linda Dallmann.
La tercera favorita europea es España, que logró reincorporar a tres de las 15 “rebeldes” que habían renunciado a la selección, además de Putellas, aunque todavía llegará diezmada al Mundial.