La gran favorita del Tour de Francia femenino, la neerlandesa Annemiek van Vleuten, ganó este sábado la séptima etapa, con final en la estación de Markstein, en los Vosgos, y se hizo con el maillot amarillo en la víspera de la última etapa.
Su compatriota Demi Vollering, la única que fue capaz de plantar cara a Van Vleuten en algunos kilómetros, concedió más de tres minutos y ocupa la segunda posición de la clasificación general.
Tercera es la polaca Katarzyna Niewiadoma, relegada a más de cuatro minutos y medio.
“Fue una montaña rusa. Estuve tan enferma. Ganar así es increíble. Y es magnífico terminar aquí en solitario”, celebró la tres veces ganadora del Giro (2022, 2019 y 2018), que a comienzos de semana estuvo mermada por un virus gastrointestinal.
La victoria final el domingo en el alto de la Super Planche des Belles Filles le tiende los brazos después de su exhibición en la etapa más accidentada de este Tour de Francia, con más de 3.000 metros de desnivel positivo en 127,1 kilómetros.
El Grand Ballon (8,7 kilómetros al 8,9%) y después la llegada final en el alto de la Super Planche des Belles Filles (7 kilómetros al 8,7%) el domingo serán escenario sobre todo de la carrera por el podio, al que aspira la francesa Juliette Labous, cuarta a 49 segundos de Niewiadoma.